El débil liderazgo de Nicolás Maduro, la contundente campaña de Henrique Capriles y el frágil estado de la economía, provocaron el revés del chavismo en las elecciones, según analistas, que consideran que deberá tender puentes con la oposición.
Con la desaparición de Chávez «se cayó el eje central del chavismo, el caudillo mesiánico, y el gobierno creó otro caudillo de forma improvisada e inmediata, sin darle ninguna contextura, ninguna propiedad», explica a la AFP el historiador Agustín Blanco, autor del libro «Habla el comandante».
Según resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro consiguió una estrecha victoria en las elecciones del domingo, con 50,66% de los votos frente al 49,07% del líder opositor, Henrique Capriles, una diferencia absoluta de 235.000 votos, de lejos la más baja en los 14 años de chavismo y desconocida por la oposición, que pide el recuento de votos.
En relación a las elecciones del 7 de octubre, que Chávez ganó ante Capriles por 11 puntos de porcentaje, el chavismo, representado por Maduro, perdió el domingo 685.000 votos, mientras que el líder opositor creció unos 679.000 votos.
«Maduro es un hombre sin experiencia en la lucha política activa, electoral, y en ningún momento demostró carisma ni capacidad de compenetración», explicó Blanco, que suma los varios errores en la campaña y el mal manejo de la muerte de Chávez por parte de Maduro, como cuando tras su muerte «dijo que sería embalsamado» y al final se vio obligado a rectificar.
«Su impericia en el manejo político» y el uso excesivo del «soy el hijo de Chávez fueron creando un clima que en publicidad se llama saturación y contribuyó a la desconexión con la gente», agregó Blanco.
AFP