El diputado Vitali Milonov señaló que la reina del pop tenía visa para llevar a cabo actividades humanitarias y no para realizar shows
Un diputado ruso, autor de una polémica ley «anti-gays» en San Petersburgo, acusó ayer a Madonna de haber trabajado ilegalmente durante dos conciertos que dio en Rusia en 2012, durante los cuales defendió a los homosexuales y a las Pussy Riot. «En agosto 2012, el tipo de visa de Madonna le permitía llevar a cabo actividades humanitarias y culturales, pero no comerciales», declaró Vitali Milonov, diputado local del partido gobernante Rusia Unidad.
Se trata de una visa de tres meses a título de «intercambios culturales», es decir «una visa que no permite trabajar ni ganar dinero» en Rusia, explicó el parlamentario, quien añadió que aún así Madonna dio dos conciertos, uno en San Petersburgo y otro en Moscú en agosto, «en los que ganó millones». Durante estas presentaciones, la estrella de la pop defendió la causa gay y brindó su apoyo a las tres cantantes del grupo Pussy Riot, condenadas por haber criticado al presidente Vladimir Putin.
Organizaciones ultra-nacionalistas rusas habían presentando una demanda ante un tribunal de San Petersburgo reclamando a la cantante 8,5 millones de euros por daños y perjuicios, pero fueron desestimadas. Cabe destacar que una ley adoptada en febrero 2012 en San Petersburgo, por iniciativa de Milonov, castiga en esta región todo «acto público» que promueva la homosexualidad y la pedofilia, un texto denunciado por los defensores de las libertades.
Agencias