Nosotros y nosotras afrodescendientes del país, reunidos en la ciudad de Caracas, expresamos nuestro repudio ante el avance del fascismo y racismo, encabezado por Henríquez Capriles Randonski y los dirigentes de alta derecha venezolana, al no aceptar los resultados electorales del pasado 14 de abril que dio como triunfo al candidato de la Patria Nicolás Maduro Moros. Una vez más las comunidades afrodescendientes dieron un respaldo absoluto a nuestro candidato Nicolás Maduro. Desde el Mango de Ocoyta (Barlovento) a Bobures (sur del lago), desde Veroes (Yaracuy) a Osma (Estado Vargas), desde los Valles del Tuy a San Juan de los Morros, desde Paria a Carabobo, se reafirmó nuestra vocación revolucionaria desde hace catorce años.
Atacar los símbolos del avance social del proceso bolivariano como los CDI, los núcleos de atención de salud de Barrio Adentro, los espacios de las Misiones, Mercal, así como las casas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), expresa la más vil y baja intención de retroceder los avances logrados por el pueblo venezolano durante estos catorce años del proceso bolivariano liderizado por el presidente Chávez.
La negativa del candidato perdedor a aceptar los resultados de las elecciones del 14 de abril es una prueba fehaciente del talante antidemocrático de quienes no acatan la decisión del pueblo venezolano de elegir a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Un demócrata convencido cumple el mandato popular. Con esta negativa solo expresa su desprecio por el pueblo, actitud que se corresponde con su carácter fascista, clasista y racista, enemigo de la vida y el amor.
Hacemos un llamado a los núcleos organizados y pueblo en general de las comunidades afrovenezolanas y afrodescendientes de todo el país a defender los avances del proceso bolivariano y a rechazar las agresiones de la derecha fascista y racista encabezada por Primero Justicia, Alianza Bravo Pueblo, Acción Democrática, Copei y demás integrantes de la MUD.
Al mismo tiempo exigimos a todos los dirigentes del proceso bolivariano que se vuelquen a las comunidades a retomar el trabajo comunitario, a deponer posiciones burocráticas, a reestructurar el Estado venezolano para profundizar y desarrollar la democracia participativa y protagónica bajo tres orientaciones concretas: Eficiencia del Estado, lucha contra la corrupción e implementar las micromisiones planteadas por el presidente Chávez en octubre del 2012.