«Aún no sabemos si se trata de un grupo o individuo nacional o extranjero. Así que no voy a contribuir con ninguna especulación al respecto», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien hasta enero era senador por Massachusetts
EE. UU. Las autoridades federales rechazaron tener un sospechoso bajo custodia por el caso de los atentados en el maratón de Boston. Un funcionario policial al tanto de la investigación dijo el miércoles que un sospechoso había sido detenido, pero la Agencia Federal de Investigación (FBI) y la fiscalía federal en Boston rechazan esa versión.
El funcionario lo hizo a condición de guardar el anonimato y se mantuvo firme en la información que proporcionó incluso después de que las autoridades la desmintieron. Sin embargo, investigadores creen haber identificado a un sospechoso de los ataques con bomba durante el Maratón de Boston en un video de seguridad y se espera un comunicado oficial durante el día de ayer, dijo otra fuente de seguridad de Estados Unidos.
Sin embargo, no se han realizado arrestados, dijeron tres fuentes separadas del Gobierno y las agencias de seguridad. La policía podría pedir al público más información en una conferencia de prensa prevista para más tarde el miércoles, dijo una fuente del Gobierno de Estados Unidos.
La CNN reportó más temprano que un sospechoso se encontraba bajo custodia, citando a fuentes de seguridad. Pero luego la cadena citó a tres fuentes que dijeron que nadie había sido detenido. La identificación de un posible sospechoso es el avance más significativo que ha sido revelado desde las explosiones del lunes cerca de la meta del maratón que dejaron tres personas muertas y a otras 176 heridas.
Los investigadores también estaban revisando miles de elementos de prueba, desde fotografías tomadas por teléfonos móviles a metralla retirada de las piernas de las víctimas. Basándose en los fragmentos de metal, tejidos, alambres y una batería recuperada en la escena, la atención se concentró en quién podría haber confeccionado bombas en ollas a presión y transportarlas en pesadas bolsas de nailon a la línea de meta del Maratón de Boston.
Un tramo de la calle Boylston de Boston de alrededor de un kilómetro permanecía cerrada ayer mientras los investigadores buscaban pistas el peor ataque en suelo estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre del 2001 con aviones secuestrados. El país se encontraba alerta tras las explosiones del lunes. El anuncio de que cartas contenían una sustancia sospechosa dirigidas a un legislador y al presidente Barack Obama aumentó el nerviosismo. El FBI, sin embargo, dijo que no se ha encontrado una conexión con el ataque en Boston.
Las explosiones dejaron tres muertos: un niño de 8 años, Martin Richard; una mujer de 29 años, Krystle Campbell, y una estudiante de postgrado de la Universidad de Boston de nacionalidad china. La Universidad de Boston identificó a la estudiante como Lu Lingzi.
Nadie se ha atribuido la responsabilidad por el ataque. «Aún no sabemos si se trata de (un grupo o individuo) nacional o extranjero. Así que no voy a contribuir con ninguna especulación al respecto», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien hasta enero era senador por Massachusetts. «Es difícil creer que una fiesta como el Día de los Patriotas, que suele ser un momento de celebración, se haya convertido en un caos sangriento», agregó.
Agencias