Ganamos sí, pero creo que ha sido la primera victoria con un desagradable y auténtico sabor a derrota. Creo que muchos esperábamos que algunos votos se perdieran en virtud del impacto de un liderazgo fuerte encarnado por el Comandante Chávez al que estábamos acostumbrados y un novedoso carisma que apenas se abre paso en la escena nacional como el de Nicolás Maduro.
Sin embargo, creo que realmente no esperábamos que la candidatura de la derecha podría aumentar su patrimonio electoral en cerca de un millón de votos (poco más de 800 mil, en realidad), cifra sorprendente si se toma en cuenta la calidad del personaje y las características de la campaña que se hizo en estas últimas tres semanas.
Sin embargo, ¿qué nos pasó?
Hace un par de meses, y a raíz de los resultados de las elecciones del 7 de Octubre compartí algunas reflexiones sobre aquel resultado (http://www.aporrea.org/ideologia/a151772.html), sus causas y sus consecuencias; básicamente la esencia de aquella coyuntura sigue vigente y es hora de encender las alarmas y sobretodo de actuar al respecto porque:
1.- No podemos seguir construyendo la Revolución ni mucho menos el Socialismo con un montón de burócratas que se están llenando la jeta profesando la edificación de una nueva Venezuela, mientras están haciendo negocios a costillas de las actividades del estado y de todos nosotros; esto ha generado que el desempeño de esas instituciones se vea afectado, ya que el interés no es “servir al pueblo”, sino “servir a mi bolsillo”; en esta campaña escuché montón de veces cuando nuestro candidato habla de crear un frente anticorrupción, de la Misión “Eficiencia o Nada” y uno recordaba cada vez que va a instituciones como el Banco Industrial de Venezuela, a alguna dependencia del Ministerio del Poder Popular para la Salud, a cancelar en alguna sucursal en Caracas de los Abastos Bicentenario y tienes que lidiar con una pésima atención, mal trato o negligencia del funcionariado que allí labora o que estén laborando solo dos de las 14 cajas que como promedio tienen cada sucursal respectivamente, entonces uno se pregunta: eficiencia en qué?
2.- En este mismo orden de ideas, creo que no me equivoco si la base del chavismo está esperando ansioso que dentro de nuestras filas se castigue a quienes están destruyendo el proceso desde dentro, aquí los únicos “chavistas” castigados son los que brincan la talanquera, si no fuese así, Henry Falcón y el “Gato” Briceño serían hoy unos inmaculados gobernadores, ejemplo de socialistas y revolucionarios y el General Baduel un aguerrido baluarte de la defensa del proceso y probablemente encamburado en algún alto cargo, ah!!! pero cometieron el error de ponerse a hablar pendejadas y saltar definitivamente la talanquera y resulta que ahora sí son malos.
Ya basta también de andar reciclando funcionarios, de sacarlos porque “esta femito” (enfermito) y después de algún tiempo vuelven bien gordos y “rosao´s” a ocupar otro alto cargo (o el mismo que tenían) para demostrar nuevamente cuan inepto, indolente y hasta ladrón se puede ser, compañeros, si el funcionario (a) lo hizo mal o transgredió la ley en su actuación, pues que asuma sus responsabilidades, pero dejemos esa mariquera de que: “el compañero “X” está enfermito de tanto trabajar y tuvimos que sustituirlo, gracias por sus revolucionarios servicios”. Es que en este país no hay más profesionales comprometidos con esta vaina que puedan hacerse cargo de la dirección de algunas instancias del estado? Es que todos los capaces son los que tienen 14 años rotándose los cargos?, pues fueron tan capaces que ayer perdimos casi un millón de votos y GANAMOS DE VAINA.
Otro problema que padecemos es el solapamiento de funciones en el partido de gobierno, cómo van a ejercer los miembros del PSUV contraloría sobre la gestión de gobierno si sus vicepresidentes y cuadros altos a nivel regional son los mismos ministros y gobernadores? Quien se va a echar paja a sí mismo? Esto es simplemente una burla.
3.- Y al respecto del PSUV, requerimos con urgencia, pero ya! un partido que realmente cumpla las funciones de guía de una Revolución Popular, esta agrupación política es una maquinaria electorera que ha sabido copiar muy eficientemente el nausebundo comportamiento de sus pares adecos y copeyanos, pero que no ha hecho absolutamente nada para formar conciencia en el pueblo, en sus masas de trabajadores, de campesinos, claro cómo puede hacerse esto si buena parte de su directiva anda ahora montada en una “ola farandulérica” captando actores, actrices y cantantes, pero dejando de lado a las masas obreras y campesinas que son los que DECIDEN LAS ELECCIONES.
La formación de cuadros es otra tarea urgente, ya vimos cómo nos afectó en estas elecciones, se habrán preguntado en el seno del PSUV, si el discurso ese de los “enchufados” del candidato de la derecha tuvo algún asidero dentro de las filas de la organización?, dentro del seno del chavismo? Mucha gente me decía “vas a votar por lo mismo”, “vas a votar por los apagones”, “por las colas para comprar papel tualé” y yo pensaba: no! no voy a votar por eso, todo lo contrario, voy a votar por la preservación de la Revolución Bolivariana, porque con Nicolás puede existir el riesgo de que fracasemos, pero con la otra opción estoy seguro de que esto se va acabar, y preservar la revolución implica la posibilidad no solo de que esta continúe, sino de que se acaben las colas, los apagones, se acabe “lo mismo”, pero para eso creo que se requiere tener un poco de “claridad ideológica” en mi caso puedo apreciar que poseo algo de eso, no gracias al PSUV, sino a la discusión con personas cercanas (incluyendo opositores con los que se puede discutir), la lectura y la búsqueda de información, pero en absoluto por el “partido de la revolución”. Recuerdo la anécdota de un familiar, quien con la esperanza de adquirir una vivienda, fue disciplinadamente a censarse en la Gran Misión Vivienda Venezuela, llevó a sus dos pequeños hijos porque así se lo pidieron, hizo cola todo casi el día, alimentando mal a los carajitos y cuando finalmente la atendieron lo que le dijeron fue más o menos lo siguiente: “usted debe tener el carnet del partido para inscribirse”, coño! Todo el día en una mugrosa cola, aguantando junto a sus hijos hambre y sed, para que venga un mugroso e inepto funcionario a decirle que necesito de un mugroso carnet, de un mugroso partido, para ser incluida en un plan que el presidente había dicho que era para todos!!!?? Ya podrán ustedes imaginar por quién votó este compatriota……
4.- Otro tema que está en el tapete es el de la “reconciliación” y ciertamente, es hora de reconciliarnos, primero porque YA NO SOMOS MAYORÍA, pero a lo que me quiero referir es a la reconciliación con buena parte de los más de 7 millones de venezolanos que votaron por Capriles, esos compatriotas, ni son oligarcas (no la inmensa mayoría de ellos), ni son apátridas; no solo hemos sido incapaces de promover y entusiasmarlos a ellos con nuestro proyecto, es que hemos espantado de nuestra propias filas a varios que antes nos acompañaban! Pero, ojo! La reconciliación es con la inmensa mayoría de ellos, no con los que pretenden ser sus interlocutores, porque desafortunadamente, nuestra dirigencia a la hora de “convenir” lo hace con quienes se disfrazan de dirigentes de esta masa de venezolanos, quienes no les importa en lo más mínimo sus propios simpatizantes. Ya basta de descalificar a gente que también son nuestros primos, esposa, hermanos, amigos.
5.- A pesar de la incertidumbre que pesa sobre el futuro de la revolución en ausencia del Comandante, Nicolás tiene una oportunidad excepcional hacer algo que el Líder Supremo no pudo o no quiso hacer: construir un liderazgo colectivo, admitir a otros sectores incluyendo opositores pero que estén realmente comprometidos y sean leales al país, utilizar eficientemente las instancias de consulta y gobierno, como el Consejo Federal de Gobierno, el Consejo de Estado, los Gobernadores, etc, la Revolución debe ser construida por todos y con la opinión de todos.
6.- Resulta también urgente, el control del aparato económico, no obstante, para ello requerimos de algo que mencionaba implícitamente en los puntos 1 y 3: probidad, eficiencia, compromiso, experticia y honestidad, de nada nos sirve controlar la mitad del sistema bancario nacional (que no lo hacemos), abrir fábricas de procesamiento de alimentos y otros, para que compitan con monopolios como el de la Polar, controlar las cadenas de distribución de bienes y servicios y sus fuentes, si colocamos en la dirección de éstas a individuos cuya mayor preocupación es compararse la camionetota, un tremendo “penjaus” en la lagunita, la camisita o el pantalón “faconable” o “columbia” (pero la original, o sea…), pa la pinta, abrir la cuenta en dólares en Miami, Suiza o Panamá (con los dineros mal habidos que logró amansar) y traerse a la carajita que está bien buena para ponerla de secretaria o gerente y echarle su cogidita cuando ande libidinoso, y aparte de eso amedrente a los empleados que medianamente motorizan la institución con su trabajo, obligándolos a ir a marchas porque “Chavez te lo juro, mi voto es pa Maduro”, o si no te boto. Son tan torpes, ignorantes e incapaces que no pueden ni siquiera hilvanar una razón que justifique y valide el por qué hay que manifestar el apoyo a la causa revolucionaria, habiendo tantas. Así jamás vamos a lograr nada y eso es precisamente lo que se repite en toda la administración pública y demás esferas del Estado.
Para que la economía camine deben existir los controles, pero que funcionen, pero mientras exista un sistema de asignación de divisas que no funciona y burócratas que están haciendo grandes negocios con el dólar negro; mientras existan presidentes de bancos, empresas, o fábricas, que se ocupan de colocar el dinero de las nóminas, y el patrimonio de la institución en colocaciones bursátiles especulativas –y riesgosas-, mientras tengamos ministros, viceministros, directores generales, miembros de juntas directivas, cuya mayor preocupación es gestionar un crédito para montar un negocio propio, compararse la camionetota, reservar el hotel para el fin de semana en “niuyor”; pues entonces jamás impediremos que el dólar negro tenga un baja o nula incidencia en nuestra economía, que los bancos cumplan con las gavetas crediticias obligatorias, o nuestras empresas produzcan, distribuyan y vendan sus productos en el mercado interno.
Estas son –de acuerdo a mi humilde criterio- algunas de las razones bajo las cuales obtuvimos esta victoria tan “rara”, el candidato de la derecha desconoció los resultados y eso era previsible, pero lo que no esperábamos era que estos resultados tan cerrados nos dejan frente a un virtual escenario de ingobernabilidad, vienen días duros, y quiero mantener la fe de que nuestro presidente electo va a honrar las palabras pronunciadas luego de haber conocido su triunfo, sobretodo en relación a que “debe existir un proceso de renovación de la revolución bolivariana” esto es necesario, sino definitivamente esto no se va a mantener y no hasta las próximas elecciones dentro de 6 años, sino hasta lograr sacar a Maduro, probablemente en el próximo año y pareciera que la vanguardia de la Revolución no entiende o no quiere entender que a la gente no se le puede convencer de los logros de 14 años, si con sus acciones destruye esta vaina en solo 1 (o menos de seis meses, desde el 7 de octubre….).
Espero que jamás tenga que volver a escribir cosas sobre las que tengo la impresión de haber escrito una vez…..ya basta de que una minoría de infiltrados pongan en riesgo un proyecto tan bonito, necesario e insoslayable como la Revolución Bolivariana.
Juan Gómez Muñoz | juangomez44@hotmail.com