Por tercera vez, Francisco Pelléz, de 65 años, fue atacado a golpes e insultos por su arrendatario, luego de haberle pedido desalojar su inmueble, ubicado en sector Alta Vista de la parroquia Sucre, el cual lleva cinco años en manos de este ocupante, quien amparado en la Ley de Arrendamiento se niega a devolvérselo
Las relaciones entre el inquilino y el propietario, que en el pasado conducían a un simple diálogo, hoy en día con la Ley de Arrendamiento, se convirtieron en una auténtica cadena de forcejeos y peleas, tal fue el caso de Francisco Pelléz, de 65 años, quien fue atacado por tercera vez por su inquilino, tras exigirle la desocupación del inmueble, ubicado en el sector Alta Vista de la parroquia Sucre, municipio Libertador.
El arrendador, quien actualmente vive en el estacionamiento situado al lado de su inmueble en alquiler, el cual fue acondicionado como su lugar de residencia, asegura que el contrato de renta se venció, como igualmente los dos años de prorroga para desocupar, pero hasta ahora el inquilino sigue sin exponer una justificación real del por qué? no ha podido devolver el inmueble.
“Cada vez que intento decirle algo del desalojo, me insulta y me amenaza , pero como yo le respondí de la misma forma, me agredió, pues la última vez me encontraba arreglando la fachada del estacionamiento cuando de repente me dijo unas groserías y como yo le dije otras, agarró un hierro y me lo pegó en la cara, destrozándome la nariz, otra vez fue con un palo de escoba en la espalda”, lamentó.
Viola normativas
Cuenta que el inquilino además de cancelar la cuota de la mensualidad cuando quiere, dicho monto es de 45 bolívares, se encargó de remodelar la vivienda sin su autorización, en la que decidió ampliar el baño y un cuarto, ocasionando severos daños al resto de la estructura, principalmente al estacionamiento, “lugar donde vivo con mi esposa”.
Pelléz agregó que de igual forma, su inquilino está violando una de las sanciones que estipula la mencionada normativa de alquiler, la cual establece que ningún inquilino tienen derecho de subarrendar. No obstante, actualmente viven seis personas más, en la que dos de ellas están bajo la figura de arrendatarias, cuando inicialmente el contrato se realizó con una sola familia”.
De igual forma, mencionó que los ocupantes manipularon los mediadores de la electricidad para cancelar menos de los que les corresponde, también convirtieron la vivienda como salón de festejos, “pues todos los fines de semana planifican rumbas, en la que venden perros calientes y también encienden la música a todo volumen hasta el amanecer”.
Apoyados por el Gobierno
Señala el propietario, que los inquilinos amparados en la mencionada normativa, aseguraron que por derecho la vivienda les pertenece, y más aún cuando se declararon afectos al oficialismo, que su juicio, tal argumentación es suficiente para apoderare de la vivienda. “Hace semanas atrás vociferaron que ellos jamás podrán salir de mi vivienda porque trabajan con el Gobierno y son apoyados por ellos”, concluyó.
Esperan respuestas
Ante esta situación, el propietario Francisco Pelléz, acudió a la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Viviendas (Sunavi), con la intención de llevar a cabo la audiencia entre las partes y presentar cada una de las agresiones de las cuales fue objeto, como también presentó la denuncia ante la subdelegación del Cicpc en Catia.
Sin embargo, concluyó que tiene el apoyo de la Red de Pequeños Propietarios, presidida por la especialista en Derecho, Marielena Navarro, quien a través de la conciliación “ me ayudará a recuperar mi vivienda”.
LaVoz | Mairy Chourio / mchourio@diariolavoz.net