Con todos los problemas del mundo, por las lesiones sobre todo, los Yankees de Nueva York lucen como el conjunto combativo de siempre
Acaso no era que los Yankees la iban a estar pasando mal en este inicio de temporada, el equipo anciano y mermado por lesiones que iba a ser desbordado por sus adversarios de división.
Y la largada pareció confirmarlo, con cuatro derrotas en sus primeros cinco juegos. Pero Nueva York procedió a ganar seis de los siguientes siete para amanecer el miércoles en el segundo puesto en el Este de la Liga Americana. Nada mal.
Esto es precisamente lo que los campeones vigentes de la división necesitan hacer en este mes de abril y tal vez al inicio de mayo: sumar victorias como sea posible para mantenerse a flote.
Ausentes Derek Jeter, Curtis Granderson, Mark Teixeira y Alex Rodríguez, los descartes adquiridos por los Yanquis entre febrero y marzo -los Vernon Wells, Travis Hafner y Lyle Overbay- han respondido para tapar los huecos. El común denominador de los tres veteranos es que la última campaña destacada que habían tenido se remontaba a 2006. A ellos hay que incluir a Kevin Youkilis, el ex de los Medias Rojas que puede desempeñarse en las esquinas del cuadro interior.
Overbay (.279) es el único de los cuatro que no batea con promedio por encima de .300. Entre los cuatro acumulan 25 carreras producidas y nueve jonrones.
En este aspecto, Nueva York tiende a tener una especie de toque especial para que jugadores en declive o en el tramo final de sus carreras repunten apenas se ponen el uniforme a rayas en el Bronx. Ahí están los ejemplos recientes de Andruw Jones, Raúl Ibáñez, Eric Chávez, Freddy García e Ichiro Suzuki.
Se decía que los Yankees iban a sufrir un bajón en su producción de jonrones, pero actualmente están segundos en ese rubro en su circuito por detrás de Oakland (20-19). Marchan terceros en carreras anotadas, así como lideran en slugging y OPS (embasado más slugging), pese a que no pudieron disputar un par de juegos en Cleveland debido a la lluvia.
«Lo llevo diciendo: aquí estamos los que estamos», dijo Francisco Cervelli, el receptor venezolano que se la pasó casi todo el año pasado en Triple A y que batea para .360 y 1.020 de OPS en nueve juegos. «Hay mucha gente con hambre de ganar. Las lesiones no son excusas».
También sirve que Robinson Canó -la estrella establecida- se despertó de su lento comienzo de tres hits en 23 turnos para dar rienda suelta a su poderío: .327 de promedio con cuatro jonrones.
«Apenas se prendió a batear, nuestra ofensiva se contagió», dijo el mánager Joe Girardi.
También está el factor de que la puja en la división se perfila para cualquiera de los cinco equipos, como se había pronosticado.
Los Azulejos de Toronto y Rays de Tampa Bay, los dos principales favoritos, no han estado a la altura de las expectativas. Toronto aún no engrana tras su masivo remozamiento, y echará de menos por tres meses a José Reyes. Tampa Bay está sufriendo por su falta de bateo.
Pero los Yankees aún aguardan la reaparición de sus lesionados. La recuperación del torpedero y capitán Jeter (tobillo izquierdo) ha marchado más lento de lo esperado. Pero el inicialista Teixeira (muñeca derecha) y el jardinero Granderson (antebrazo derecho) están cerca de iniciar sus rehabilitaciones. La ausencia del antesalista Rodríguez (cadera izquierda) como es bien sabida tomará hasta después del Juego de Estrellas.
«Mientras tanto, otros tienen que seguir sacando la cara, hay que seguir haciéndolo como hasta ahora para ganar juegos», dijo el relevista Mariano Rivera.
Pettitte sin contratiempos
El zurdo Andy Pettitte hizo aproximadamente 40 lanzamientos en una sesión de bullpen el martes y no ve motivo por el que no esté listo para abrir por los Yankees el viernes contra los Azulejos.
Pettitte, de 40 años de edad, se quejó de espasmos en la espalda la semana pasada, lo que obligó al club a posponer su siguiente apertura.
«Me siento bien; fue una buena decisión», dijo Pettitte. «No quiero cuestionar a nadie. Lanzaré el viernes. No tiene tanta importancia. Ojalá y me sienta muy bien el viernes».
En sus primeras dos aperturas de la temporada, Pettitte tiene foja de 2-0 con efectividad de 1.20. El veterano reconoció que teme que la inactividad afecte su comando en Toronto.
«Para mí, es obvio que no he lanzando», dijo Pettitte. «Me siento fuerte. Estoy empezando de cero. Cuando salga al terreno el viernes, será cuestión de controlarme, que es lo que tienes que hacer cuando te sientes demasiado fuerte».
Eric Núñez / AP