Al juramentarse en la Asamblea Nacional llamó al diálogo con la oposición, inclusive con el candidato presidencial Henrique Capriles para restablecer la normalidad en el país. También pidió el cese del sabotaje en la economía y el sector eléctrico nacional
Con un llamado al diálogo a “todos” los sectores del país, Nicolás Maduro asumió la tarde de este viernes la Presidencia de una Venezuela en la que la tensión de los últimos días cedió notoriamente la víspera, luego de que la noche del jueves, el poder electoral autorizara la auditoría ciudadana al 46% de las cajas electorales de la elección del domingo pasado, tal como pidió la oposición, y la Unasur diera un sólido respaldo al mandatario.
Maduro, de 50 años, prestó el juramento de práctica ante el presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento), Diosdado Cabello, en una ceremonia emotiva en la que la banda y el collar, atributos del mando, le fueron impuestas por María Gabriela, la segunda hija del fallecido líder Hugo Chávez.
Al acto asistieron 17 jefes de estado o de gobierno. Se encontraban varios mandatarios entre ellos el colombiano Juan Manuel Santos, el cubano Raúl Castro, el iraní Mamud Amadineyad, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega. También arribaron las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff; de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica. y representantes de otros 44 países.
Todos ellos -excepto el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que se retiró en pleno discurso de Maduro en la AN porque tenía un compromiso en su país- presenciaron luego el tradicional desfile militar con que los venezolanos conmemoran la destitución del capitán general Vicente Emparan, ocurrida el 19 de abril de 1810 y considerada el primer paso hacia la independencia del país.
En su discurso inaugural, el presidente que completará hasta el 19 de enero de 2019 el mandato que dejó inconcluso Chávez prometió “hacer una revolución dentro de la revolución”, para que “este país se dinamice hacia adelante” y advirtió que va a “cortar las cabezas que haya que cortar para que la salud, la educación y la economía funcionen de verdad”.
El jefe del Estado comenzó su discurso saludando “a toda Venezuela, a todos y a todas, sin exclusiones”, y más tarde convocó al diálogo “a todo el pueblo, a los hombres y mujeres que por alguna razón votaron contra el candidato de la patria y este proyecto de socialismo”.
“Yo les tiendo la mano, quiero dialogar con todos, quiero escuchar sus razones, quiero que nos agarremos las manos, nos miremos a los ojos, nos demos un abrazo; yo estoy dispuesto a conversar con el diablo, que Dios me perdone, y hasta con el nuevo Carmona, para que cese en su intolerancia”, dijo.
Desde hace algunos días, Maduro llama “el nuevo Carmona” (por Pedro, aquel empresario que asumió la Presidencia durante el fugaz golpe de estado de 2002) al líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski.
Maduro recordó a los siete simpatizantes chavistas y un policía muertos en los disturbios del lunes pasado y prometió que “no va a haber impunidad, aquí va a haber justicia, van a pagar los crímenes los que los incitaron y los que los cometieron, para que no se repitan estos crímenes contra los humildes del pueblo”.
En varios momentos evocó a Chávez. “Hay que ver lo que es pararse aquí, con el dolor que tengo en el alma; todos los días me despierto pensando en él y me acuesto pensando en él”, confesó.
También dejó entrever que producirá cambios en el gabinete, al agradecer la labor de los actuales ministros -a quienes calificó como “los apóstoles de Chávez”-, revelar que “han puesto su cargo a la orden” y expresar la seguridad de que si alguno de ellos “tiene que ir a nueva trinchera de combate, irá con amor”. Agencias
Burlada la seguridad
Un hombre burló la seguridad y arrebató el micrófono a Nicolás Maduro cuando pronunciaba su discurso de investidura en el Parlamento el viernes: «Ha fallado la seguridad absolutamente, me pudieron haber dado un tiro aquí», dijo el nuevo presidente venezolano al retomar el control.
El hombre, vestido de rojo, interrumpió al nuevo presidente, lo apartó del micrófono y gritó «¡Nicolás, me llamo…», antes de que se cortara la transmisión. Se pudo ver cómo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, intentó detenerlo.
El incidente provocó la suspensión por unos segundos de la transmisión televisiva del acto y, tras unos momentos de confusión, el flamante presidente retomó el micrófono y reprendió al desconocido por su ruptura de protocolo.
«Cualquier ciudadano tiene que entender que éste es un evento que tiene sus reglas», dijo Maduro. «Incidente superado», prosiguió. «Después conversaremos con este señor, pero él sabe que lo que ha hecho está mal. Esto es un acto oficial protocolar».
A continuación, Maduro bromeó, refiriéndose al cruce de acusaciones entre el oficialismo y la oposición: «Ahora dicen que es parte de un montaje, de un ‘reality show’ que nosotros montamos para atraer la atención de los que no estaban viendo el acto».
El espontáneo fue luego identificado como Yendri Sánchez, de 28 años, por el Ministerio Público, que inició una investigación del incidente y se prepara para imputar al joven.
Sánchez, que se encuentra detenido, sería aficionado -junto a uno de sus primos- a colarse en eventos políticos y musicales, según la prensa local.
El diario Panorama, por ejemplo, asegura en su web que los primos han logrado irrumpir también en actos del líder opositor Henrique Capriles y el fallecido presidente Hugo Chávez, en conciertos de los cantantes Servando y Florentino o en galas del Miss Venezuela.
AFP