La víctima, Sósimo Valera, quien estaba de visita en Caracas, vivía en La Victoria, estado Aragua, y solo vino a la capital para votar durante las elecciones presidenciales. El crimen ocurrió a las 11:00 de la noche del miércoles en el callejón Las Flores, barrio Las Nieves de Las Adjuntas
La delincuencia de Caracas cobró la vida de un hombre de 68 años de edad, para robarle Bs F. 1000 que había cobrado de un triple que acertó en juegos de lotería. La víctima, Sósimo Valera, quien estaba de visita en Caracas, vivía en La Victoria, estado Aragua, y solo vino a la capital para votar durante las elecciones presidenciales.
El crimen ocurrió a las 11:00 de la noche del miércoles en el callejón Las Flores, barrio Las Nieves de Las Adjuntas, en Macarao. La víctima estuvo tomando licor con unos amigos y a esa hora se marchó a la vivienda de sus familiares.
En la calle fue sorprendido por unos delincuentes que lo hirieron mortalmente con un pico de botella para robarle el dinero en efectivo y otras pertenencias.
Valera era textilero y estaba jubilado de Telares de Palo Grande. Dejó cuatro hijos y tenía 3 años viviendo en La Victoria, indicó su nuera Iraida Rivero.
Asesinato
en Caucagua
Entre este jueves y viernes, fueron ingresados 8 cadáveres a la morgue de Bello Monte. Anderson Ribas Flores, de 30 años, fue ultimado de 42 disparos luego de salir de la casa de su madre, en el sector Los Silos de Caucagua, donde la familia estuvo jugando bingo.
María Eugenia Flores, madre del joven contó que después de las 12:00 de la noche, terminaron de jugar y Anderson se iba a su casa en su moto. El cadáver fue localizado en la carretera nacional, en medio de la vía.
Su familia presume que fue sometido cuando salió de la reunión y se lo llevaron secuestrado. Ellos estaban en la vivienda cuando escucharon los disparos y salieron a ver que sucedía. Cuando lo vieron tendido en la carretera lo pusieron a un lado ya que estaba sin vida.
La víctima fue llevada a la morgue del Hospital de Caucagua, pero como no había patólogo fue traído a Bello Monte.
En una ocasión, Anderson Ribas fue herido de bala en el cuello, tras discutir con antisociales de la zona, porque según su madre, no se dejaba “someter por nadie y por eso lo tenían amenazado”.
La víctima residía en la vía de Aragüita. Tenía 3 hijos y estaba desempleado. Le dieron un tiro de pistola en la cabeza y los demás fueron perdigones de escopeta.