Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, y su hermano Dzhojar, de 19, salieron de su escondite pocas horas después de que las autoridades publicaran unas fotografías de los presuntos implicados. No está claro por qué decidieron quedarse en la zona tanto tiempo después del atentado del lunes
CAMBRIDGE. Mientras miles de agentes buscaban a los dos sospechosos del atentado contra el maratón de Boston el jueves por la noche, los dos hermanos a los que buscaban decidieron jugársela saliendo a las calles cerca de su hogar en la localidad de Cambridge, en Massachusetts.
Veinticuatro horas después, el hermano mayor había muerto, aplastado por el coche que conducía el pequeño, y éste permanecía oculto en un bote, sangrando profusamente y cercado por la Policía.
Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, y su hermano Dzhojar, de 19, salieron de su escondite pocas horas después de que las autoridades publicaran unas fotografías de los sospechosos. No está claro por qué decidieron quedarse en la zona tanto tiempo después del atentado del lunes.
Los dramáticos acontecimientos comenzaron cuando se encontraron a Sean Collier, un policía de 26 años en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), según el relato de la Policía y de otros cuerpos de seguridad.
Collier había acudido ante una llamada por un altercado en el campus de la universidad en Cambridge. No está claro si esa llamada estaba relacionada con los hermanos. Unas noticias acerca de que habían robado una tienda cercana fueron luego desmentidas por las autoridades.
En cualquier caso, el cadáver de Collier fue hallado en su coche hacia las 10.30 p.m. Había recibido múltiples balazos.
Mientras, los hermanos se dirigían al oeste cruzando Cambridge hacia el vecino barrio de Watertown en un coche secuestrado. El conductor tuvo que permanecer como pasajero involuntario y la pareja le contó que había puesto las bombas en el maratón.
En torno a media hora después, llegaron a una gasolinera en la que obligaron al hombre a retirar dinero de un cajero y lo dejaron allí. Al parecer, desconocían que la Policía iba a seguir sus movimientos gracias al móvil del dueño del coche, que se quedó en el vehículo. Por el camino robaron un segundo vehículo.
• AL MENOS 6 BOMBAS
Hacia las 12:30 a.m. del viernes, un policía del barrio de Watertown encontró a los hermanos, cada uno en un coche, en una calle tranquila. Casi inmediatamente, salieron de sus vehículos y empezaron a disparar, dijo en una entrevista con la CNN el sábado Edward Deveau, jefe de la policía de Watertown.
Dijo que otros agentes que llegaron se encontraron con un intenso tiroteo en el que uno de ellos resultó herido en la ingle. En unos 5-10 minutos se dispararon 200 balas.
Los hermanos, que tenían pistolas de mano y un fusil, también lanzaron algunos explosivos, algunos de los cuales parecían granadas caseras, explicó Deveau.
La Policía cree que tenían al menos seis bombas, tres de las cuales explotaron, agregó. Una de ellas era una olla a presión similar al dispositivo que usaron en el maratón, según la policía de Boston.
En un momento dado, Tamerlan salió del coche y se dirigió disparando hacia los agentes. A poca distancia se quedó sin munición, dijo Deveau, y varios policías se le echaron encima para esposarlo en la calle. Dzhojar volvió a su coche y se dirigió hacia el grupo.
«Uno de ellos grita: ‘¡Cuidado!’, y ahí va el SUV negro, el coche secuestrado, directamente hacia ellos», contó.
Los agentes pudieron apartarse, pero Tamerlan no y fue golpeado por el vehículo de su hermano y arrastrado unos metros, dijo el jefe de la Policía, dejando un reguero de sangre en el asfalto que aún era visible el sábado, según los vecinos.
Tamerlan ingresó muerto en el hospital mientras su hermano menor desapareció en la noche, abandonando el coche y huyendo a pie.
Durante la caza al hombre del viernes, las autoridades pidieron a los habitantes de Boston que se quedaran en sus casas mientras agentes en equipo de combate iban casa por casa en una zona acordonada de unas 20 calles en Watertown.
Cuando las autoridades anunciaron que se levantaba la orden de quedarse en casa, hacia las 6 p.m., la policía de Watertown recibió una llamada de que parecía haber alguien ocultándose en un bote aparcado en un almacén, a poco menos de un kilómetro del tiroteo anterior.
Los agentes llegaron a la casa hacia las 7 p.m., y una vez más se pudo escuchar el sonido de las balas en las calles de Watertown. La Policía utilizó granadas aturdidoras en un intento de inmovilizar al sospechoso que se ocultaba en la lancha.
Pero una vez que calló el fuego, no se abalanzaron sobre la embarcación. Dijeron que esperaban capturarlo con vida, y les preocupaba que pudiera llevar más explosivos o que se encendiera el motor del bote, con el tanque medio lleno.
En un asedio que se prolongó más de una hora, un robot policial se acercó para levantar la lona que tapaba el yate. Un negociador del FBI pudo mirar dentro desde el segundo piso de la casa, aprovechando la información que facilitaba un helicóptero policial con un dispositivo que detecta el calor y que confirmó que había alguien ocultándose bajo la lona.
El negociador tardó 15 o 20 minutos, pero, eventualmente, un Dzhojar herido grave salió de debajo de la lona, levantándose la camiseta como le pidieron, para demostrar que no iba armado.
Dzhojar, que había perdido una cantidad de sangre considerable, fue trasladado rápidamente en una ambulancia con escolta policial al Centro Médico Beth Israel Deaconess de Boston en estado grave.
Agencias