Perros detectores de bombas y militares vestido de camuflaje se unieron el sábado a la policía para patrullar el estadio Fenway, cuando los Medias Rojas usaron uniformes especiales en su primer partido como locales desde el bombazo del Maratón de Boston y la posterior cacería de sus sospechosos.
Un logotipo en el Monstruo Verde, la famosa pared del jardín izquierdo de Fenway, le pedía a la ciudad que «B Strong» (Se Fuerte, o un juego de palabras con la inicial de Boston y Fortaleza), y el equipo utilizó uniformes blancos con la leyenda «Boston» en vez de «Red Sox» que usa desde hace décadas.
El equipo indicó que los uniformes serán autografiados por los peloteros y luego subastado, y que el dinero será donado a la fundación creada para ayudar a las víctimas de los bombazos.
«Esta ciudad cuenta con nosotros, y lo entiendo», comentó el jardinero Shane Victorino antes del encuentro. «Quizás no veas sonrisas en los rostros de la gente, pero hay que entender que son tiempos difíciles. Este es un momento para que la gente en la ciudad se una y salga y se integre a esta ciudad».
Dos bombas explotaron el lunes cerca de la meta del Maratón. Tres personas murieron y más de 180 resultaron heridas. La policía identificó a dos hermanos como sospechosos: uno murió el viernes por la madrugada en un tiroteo con las autoridades, y el otro fue detenido por la noche luego de una cacería que duró varias horas y que mantuvo en toque de queda a toda el área metropolitana de Boston.
Los Medias Rojas pospusieron su partido del viernes por la noche contra los Reales de Kansas City, y será disputado el domingo como parte de una doble cartelera. Los Bruins de Boston, que jugaron el jueves por la noche, pospusieron su encuentro de NHL del viernes contra Pittsburgh hasta el sábado por la tarde.