Según el director de Protección Civil del municipio Sucre, Gabriel D’ Andrea, todos los urbanismos que se han construido en la jurisdicción de forma improvisada, son propensos a las consecuencias del clima. Exhortó al Ministerio de Ambiente a abocarse en el dragado del río Guaire
Los urbanismos populares que han sido solidificados de forma improvisada, es decir las barriadas, son vulnerables a la diversas contingencias que comúnmente se presentan durante el período de lluvia a lo largo del territorio nacional; como inundaciones, colapsos de estructuras y deslizamientos.
Realidad que es consecuencia de construcción inadecuada sobre fallas geológicas, cimentación en terrenos no aptos, incorrecta instalación de desagües y sistemas de suministro de agua potables, o edificación de viviendas endebles; bien sea por irrespeto a las normas, necesidad o simple desconocimiento.
El municipio Sucre del estado Miranda, no esta exento a las situaciones de este tipo, menos cuando dentro de sus limitaciones se encuentra unos de los barrios más grandes de Latinoamérica: Petare.
Es por ello que el director de Protección Civil Sucre, Gabriel D’ Andrea, explicó que todas las zonas humildes de la jurisdicción están expuestas a las eventualidades que acarrean temporada lluviosa. Sin embargo, algunos sectores poseen mayor condición de alto riesgo que otros, como las comunidades de San Blas, las Invasiones, Vista al Ávila I y II, Republica Unida y Juventud Bolivariana.
Proyectos preventivos
Ante esto, manifestó que la institución que preside no ha bajado la guardia y ha puesto práctica de una serie de actividades provisorias, activando proyectos educativos y aplicando varios planes de acción preventiva.
“En todos estos lugares hemos hecho constante presencia, adiestrando a las personas con los cursos que ofrecemos, donde aprenden a actuar frente a almenaza de eventos adversos- pueden ser fuertes precipitaciones o terremotos-. Además, establecimos contacto directo con los vecinos, así ellos nos notifican de forma inmediata cuando presente alguna emergencia”, informó.
Inundaciones
La inundaciones a causa del desbordamiento del río Guaire, que en los últimos años han sufridos los sectores de La Línea, Jovita, Los Bomberos y El Hueco, que afecta directamente a la urbanización de Paulo VI y el complejo residencial El Morro, ubicadas en Petare Sur, tienen grandes posibilidades de repetirse durante el presente año.
Y es que, a pesar de las constantes denuncias públicas y ante las autoridades competentes, los correctivos y drenaje de este caudal que arrastra todas las aguas fluviales de Distrito Capital, no se ha realizado correctamente; aumentando el riesgo de anegaciones y perjudicando la vida de la comunidad.
D’ Andrea, explicó que las zonas afectadas por esta situación, son sumamente cercanas a en la parte más plana y con más curvas del río, lo que hace que todo el sedimento se depositen allí y consecuentemente se desborde el agua, que aumenta su nivel regular debido a las lluvias de perduran por unas o dos horas continuas.
“Este verano no hicieron absolutamente nada en cuanto al dragado, y se acabó el tiempo. Lo que es lamentable para las personas que viven ahí; quienes deben realizar desalojos temporales y luego asear sus viviendas, que quedan llenas de sustancias putrefactas ”, resaltó.
Exhortó a las autoridades competentes, en este caso el Ministerio del Ambiente, ha abocarse a acondicionamiento y limpieza de este canal, evitado así nuevos crecidas y garantizando tranquilidad a los ciudadanos.
Primeras cifras
Las lluvias que se han presentado durante el mes de abril en el Área Metropolitana, ya han dejado cifras de colapso dentro de las limitaciones del municipio Sucre, pues este martes en horas de la noche, dos viviendas del kilómetro 15 de la Carretera Petare – Guarenas a la altura del sector Los Trailers, se vieron afectadas con colapso total del techo en ambas estructuras.
El hecho dejó como saldo cinco personas lesionadas, las cuales fueron atendidas y trasladadas por funcionarios de Protección Civil de la jurisdicción al Hospital Ana Francisca Pérez de León. Sin embargo, las estructuras improvisadas fueron reconstruidas y no hubo necesidad de desalojo a los habitantes.
Anabel Barrios Díaz abarrios@diariolavoz.net