Mónica Fernández: Madre a los 13 años, reflejo de una sociedad en caos

 

Se habla de renta petrolera, se desarrollan temas sobre divisas, pero no oigo a NADIE hablar de las madres de 13 años que paren sin condiciones y que abandonan a sus hijos para poder mantenerlos

“El patrón repetido: los padres de los niños no existen, no aparecen, no aportan, sólo han recibido educación de su abuela materna, mientras su madre trabaja en Caracas, como manicurista para enviarles mil bolívares mensuales con lo que se mantienen”

La vida te va dando a conocer historias que permiten ejemplificar esas cosas que desde la academia aprendemos como teoría y que en ocasiones son distantes al mundo real. Debatirse en análisis, conjeturas científicas y sociales a veces es descontextualizar realidades. Para entender un país hay que comprender sus historias y sus realidades.

Cruda realidad
Conocí a una chica de 24 años, que hablando de la difícil situación económica del país me contó que tiene tres hijos, ninguno vive con ella sino en Mérida al cuidado de su madre, una mujer mayor que no trabaja y que tuvo 13 hijos. Me sorprendió que con tan solo 24 años, aunque su apariencia dicta que tiene muchos más, tuviera ya tres hijos y lo más sorprendente ¡las edades de los niños! 10, 8 y 5 años, es decir quedó embarazada a los 12 años y parió su primer hijo a los 13 sin saber ni siquiera que le estaba sucediendo dentro de su cuerpo. Me cuenta sus meses de llanto y angustias, narra con una frialdad sorprendente las veces que se le enfermó el primer hijo. Una vez lo sacó a la calle sin comida, con tan solo dos meses, porque a alguien se le metió en la cabeza licuar una sopa de mondongo para el bebé y la consecuencia fue una amibiasis que lo mantuvo en coma, aún así el niño se salvó. Los otros dos hijos también vinieron bajo las mismas condiciones de pobreza y desamparo que el primero. El patrón repetido: los padres de los niños no existen, no aparecen, no aportan, sólo han recibido educación de su abuela materna, mientras su madre trabaja en Caracas, como manicurista para enviarles mil bolívares mensuales con lo que se mantienen.

Madres jóvenes a la buena de Dios

Estupefacta escuchaba una historia que refleja las razones de porqué nuestra sociedad luce extraviada, perdida, abandonada y muchas veces sin esperanza. Ante mi tenía otro ejemplo de cómo la política se ocupa de los macrotemas sin atender los micro que configuran la sociedad y sientan las bases del futuro desarrollo social colectivo.
Surgen interrogantes por doquier, entre ellas ¿cuáles son los planes que de prevención y protección a la niñez y adolescencia se están trazando desde las distintas instancias públicas? Alcaldías, gobernaciones y gobierno central, por lo menos públicamente no muestran ningún plan.
Vemos guerra entre enemigos políticos, oímos discursos sobre misiones, leemos decretos nuevos que regulan actividades económicas, se habla de renta petrolera, se desarrollan temas sobre divisas, pero no oigo a NADIE hablar de las madres de 13 años que paren sin condiciones y que abandonan a sus hijos para poder mantenerlos.
Entiendo que en lo macro hay aristas que tratan de abarcar temas que aminoren el impacto de lo micro, pero lamentablemente no hay políticas públicas integrales y coherentes.

Sexualidad explícita alieanante

Esta joven a los 13 años no tuvo nadie que le dijera cuídate, protégete, toma pastillas, espera, o que le enseñara los costos de una relación sexual infantil con resultados fatales para su vida y la del bebé.
Hay países que permiten el aborto en estos casos, no me estoy pronunciando a favor de ello, sólo lo informo para que se conozca el nivel de acciones que se toman. En otros se introduce a las madres adolescentes en programas tempranos, para que al parir den sus hijos en adopción. En Venezuela hablar de un preservativo, de una pastilla anticonceptiva o de relaciones sexuales responsables es casi un pecado, un tema vetado por puritanismo de los políticos, por desconocimiento de los padres y por falta de interés de los adolescentes.
La sociedad de consumo, la sexualidad explícita en medios, en la calle, en la música, en las fotos, en las vidrieras de las tiendas y hasta en los comics nos ha invadido hasta puntos alienantes contra los cuales no sólo no se está luchando, sino que pareciera no interesa hacerlo.

Educación y prevención

La labor de la familia es imprescindible, pero no desde la represión y negación del fenómeno sexual. La escuela debe abrirse, ampliar su espacio, dejar de lado lo teórico para modelar desde lo práctico, con esas historias de la vida real que dejan más que cualquier libro.
Los medios deben no censurarse pero sí equilibrar entre lo que vende y lo que puede contrarrestarlo como mensaje. Los entes públicos municipales son la clave de cualquier política pública que aspire controlar el fenómeno del embarazo adolescente y las relaciones promiscuas en edades tempranas.
Negarse a ver este fenómeno como colectivo y sólo analizarlo desde lo individual o aislado, es cegarse ante realidades aplastantes. Deserción escolar, desnutrición, promiscuidad, relaciones sexuales irresponsables, abandono del hogar, paternidad irresponsable, falta de valores y principios, delincuencia juvenil, consumo y distribución de drogas y un sinfín de consecuencias están atadas a esa ausencia de Estado que se amalgama con la ausencia de elementos necesarios dentro del hogar. No quiere decir que todos los casos tengan iguales consecuencias, menos aún que el embarazo adolescente conlleve persé el caos social, simplemente hablamos del caldo de cultivo que se genera en torno a todos estos factores. Un buen comienzo podría ser invertir el dinero de los cohetones en educación y prevención de la salud sexual.
La ciudadanía no se construye después que el mal está hecho, por el contrario comienza desde el mismo momento que somos seres sociales y tenemos vida.

Para que te defiendas
1.-Debe incluirse en las conversaciones familiares el tema de la sexualidad desde temprana edad. Los 10 o 12 años no son ya la edad indicada para ello, desde mucho antes los niños reciben información distorsionada sobre. Inducir a los niños a conocer sobre el manejo responsable de su cuerpo, así como darles a conocer las consecuencias negativas de la sexualidad no controlada, son un buen comienzo para generar ciudadanía.

2.-Deben incorporarse en las escuelas simposios, cine foros, conversatorios dirigidos, focus group, discusión de noticias, análisis de casos, donde niños y adolescentes muestren su opinión e información sobre la sexualidad, a la vez que se les documente con contenido dirigido.

3.-Ampliar espacios de información a través de publicidad, puerta a puerta, con la incorporación de la empresa privada, por ejemplo laboratorios que produzcan anticonceptivos y otros métodos de protección sexual pueden realizar grandes aportes educativos así como la donación de estos productos para que sean de acceso a parte de la población de menos recursos.

4.-Alianzas entre sectores públicos a nivel Municipal con gremios de médicos, sicólogos, educadores para realizar jornadas, actividades de calle, incorporando personas relevantes en la comunidad, artistas, cantantes, deportistas entre otros. El mensaje en masas con personas de peso público tiene altos e importantes resultados.

Para que te defiendas
Mónica Fernández
Twitter: @monifernandez

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