El video que reproduce un segmento del programa «La Hojilla» del 14 de febrero de 2.012, en el que el ahora jefe de las campañas electorales del oficialismo sentencia como indispensable la revisión exhaustiva de los cuadernos electorales para realizar una verdadera auditoría, tendría que formar parte esencial de los parámetros con los que debe responder el Tribunal Supremo de Justicia, no sólo al recurso de impugnación que el Comando Simón Bolívar introducirá en los próximos días, sino también a la pregunta «que se hace la mayoría de los venezolanos sobre el por qué el poder electoral incumplió el compromiso establecido con Venezuela y la comunidad internacional el jueves 18 de abril».
Tal advertencia la hace el Diputado a la Asamblea Nacional Miguel Ángel Rodríguez, exaltando el hecho de que el actual Alcalde del Municipio Libertador en Caracas, viene de ser jefe de la junta electoral nacional, presidente del poder electoral, jefe del equipo en el que se desempeñó siempre como su relevo la actual rectora presidenta Tibisay Lucena, vicepresidente de la República y jefe de los comandos Carabobo y Hugo Chávez. Además, dijo, el video que circuló masivamente por redes sociales el fin de semana, no es una grabación anónima
ni una violación a las comunicaciones «de las que acostumbra hacer el gobierno. Se trata de un hecho público, notorio y comunicacional, con explicación detallada del cómo los cuadernos son indispensables para auditar y cómo sin su supervisión puede ampararse un fraude masivo».
La declaración de Jorge Rodríguez se refería a sus dudas sobre la probidad de las elecciones primarias de la Unidad Democrática, que por medidas de protección a los electores frente a «la costumbre persecutoria contra el adversario, que ahora se demuestra una vez más con el hostigamiento a los trabajadores del sector público luego de las elecciones del 14 de abril, comprendía la destrucción de los cuadernos, una vez aceptados los resultados por todos los contendores», explicó.
Pero lo relevante, «en boca de alguien con tanto peso e influencia en los asuntos electorales venezolanos, es sentenciar cómo sin los cuadernos, hay cabida a firmas planas, huellas planas y demás anomalías que no podrían revisarse. La de febrero de 2.012, fue una elección sectorial sin objeción, con una medida que evitó listas para persecución en manos del gobierno.
Pero la del 14 de abril fue una elección nacional, objetada desde el mismo momento en que se dieron los resultados, puesta a prueba de una auditoría que termina escamoteando el propio Consejo Nacional Electoral y que ahora pasará a escrutinio judicial en el Tribunal Supremo. Lo de Jorge Rodríguez no puede quedar en un chiste. El Juzgado máximo debería, entre otras decisiones, ordenar al CNE el cese inmediato del ocultamiento de los cuadernos electorales», concluyó.
Puede ver el video también en este enlace: Jorge Rodríguez en 2012: “Una elección no tiene ningún valor si no se puede verificar”