Miles de personas estaban en las tribunas del hipódromo en las afueras de la capital, Ashgabat, para presenciar la célebre carrera nacional, Akhal-Teke. Pero la televisión estatal cortó la grabación justo antes de la caída de Gurbanguli Berdymukhamedov, y las crónicas de la carrera no mencionaron el incidente
MOSCU. Ver al presidente caerse de un caballo a toda velocidad provocaría una conmoción a cualquier ciudadano. Pero en la autoritaria Turkmenistán, muchos residentes no llegan a enterarse.
El presidente Gurbanguli Berdymukhamedov al parecer no sufrió heridas graves el domingo cuando su caballo trastabilló y él salió volando para caer al suelo en la pista del hipódromo en las afueras de la capital Ashgabat. Pero la caída fue un golpe para el orgullo del líder de 55 años de esa nación del Asia central, cuyo culto a la personalidad lo muestra como capaz de toda hazaña.
Miles de personas estaban en las tribunas para presenciar la célebre carrera nacional, Akhal-Teke. Pero la televisión estatal cortó la grabación justo antes de la caída y las crónicas de la carrera no mencionaron el incidente.
Todo es estatal
y no existe crítica
Todas las transmisiones en Turkmenistán son estatales. Los periódicos son estatales o están bajo estricta supervisión del gobierno. No existen las críticas de la prensa al presidente y en cambio predominan los elogios hacia el líder de esta nación de 5 millones de habitantes fronteriza con Irán, Afganistán y Uzbekistán.
Las agencias de seguridad nacionales al parecer se esforzaron por tratar de bloquear los videos o imágenes de la caída del presidente. El grupo de oposición Gundogar, en el exilio, atribuyó a testigos haber dicho que la policía revisaba minuciosamente las computadoras, tabletas, teléfonos móviles y cámaras de los pasajeros que partían del aeropuerto de Ashgabat. La carrera había atraído a numerosos entusiastas hípicos extranjeros.
Un video obtenido por The Associated Press muestra un jinete que se cae cuando su caballo trastabilla al trasponer la meta en primer lugar. La prensa estatal reportó que Berdymukhamedov ganó la carrera.
El hombre que filmó el video habló con la condición del anonimato por temor a represalias. Dijo que el presidente reapareció una hora después para recibir el premio al ganador, unos 11 millones de dólares. Según la televisión estatal, el presidente dijo que el premio sería utilizado para mejorar la cría caballar en el país.
La carrera evidentemente preparada -el jinete más cercano obviamente contuvo a su caballo en la recta final-, la censura a la prensa y la reacción del aparato de seguridad en el aeropuerto reflejan las dos décadas de autoritarismo en Turkmenistán, que se independizó de la Unión Soviética en 1991.