EE.UU. admitió hoy que trabaja con el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pero evitó reconocerlo formalmente, al tiempo que condenó la violencia con los diputados que fueron agredidos el martes en la Asamblea Nacional.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, reconoció que Estados Unidos «sí» se relaciona en estos momentos con el Gobierno de Maduro como si fuera el presidente legalmente electo de Venezuela.
«Trabajamos con el señor Maduro y su Gobierno como el Gobierno que está en lugar y manejando el país en Venezuela», indicó.
Pese a que, en las últimas semanas, el Departamento de Estado ha indicado que no había decidido aún si reconocía o no al Gobierno de Maduro, hoy Ventrell aseguró que Estados Unidos «no reconoce a Gobiernos».
«Tenemos relaciones bilaterales con países», no con Gobiernos, aseguró el portavoz. «Y esa relación bilateral continúa, pero hemos dicho que generaría más confianza entre el pueblo venezolano si hubiera un recuento completo y una investigación de las (supuestas) irregularidades», agregó.
Ventrell subrayó que «es el pueblo venezolano» quien debe «decidir sobre la legitimidad» del Gobierno de Maduro, y evitó pronunciarse sobre la misma. Reiteró, no obstante, que «el enfoque prudente es hacer un recuento temprano y transparente de forma inclusiva, para mirar el número de votos y ayudar a construir confianza entre los venezolanos».
El portavoz condenó además las agresiones contra varios diputados de la oposición en la Asamblea Nacional el martes, al señalar que «la violencia no tiene lugar en un sistema representativo y democrático, y es particularmente inapropiada en la Asamblea Nacional».
«Estamos profundamente preocupados por la violencia que ocurrió, expresamos nuestra solidaridad con los heridos y urgimos a todas las partes a abstenerse de actitudes que contribuyan a enfrentamientos físicos», afirmó. EFE