(La Voz /AA).- En el Clínico Universitario murió el pequeño Maikel Salazar (3) producto de un balazo en la cabeza que recibió al quedar atrapado en un tiroteo cerca de su residencia, en el barrio Guaremal, de Los Teques.
Su madre, Johana Chávez (32), y su primo de 10 años, resultaron heridos.
El domingo a las 3 de la tarde, llegó un amigo de visita a la casa, y mandó a comprar una caja de cervezas para festejar el encuentro. Estaban fuera de la vivienda, esperando que trajeran la bebida, pasó un motorizado disparando contra un sujeto que corrió y salió ileso, siendo alcanzados la mujer y los dos pequeños.
Un vecino los trasladó al hospital Victorino Santaella, pero no había servicio de neurocirugía y al niño lo trajeron a Caracas, donde falleció.
La madre presentó un disparo en el hombro derecho, fue atendida y dada de alta. Quedó recluido el niño de 10 años, porque la bala le entró por la espalda, perdió un riñón y temen que le haya afectado la columna.
El pequeño Maikel era el menor de los cuatro hijos de Johana, trabajadora eventual y ama de casa.