Los chavistas y opositores venezolanos marcharán este miércoles por el día del trabajador, luego de que la víspera la tensión poselectoral se desbordara en la Asamblea Nacional con episodios violentos entre diputados ante el rechazo de la oposición a reconocer a Nicolás Maduro como presidente electo.
Durante la jornada, legisladores oficialistas y opositores tienen previsto reunirse luego de la agitada sesión en la Asamblea del martes en la que varios legisladores de ambos bandos fueron golpeados.
Maduro, que venció en los comicios del 14 de abril por un estrecho margen de 1,49 puntos porcentuales al líder opositor Henrique Capriles, encabezará la marcha de los trabajadores chavistas, que se desplazarán desde el centro y oeste de Caracas hacia la céntrica Plaza O’Leary, donde tiene previsto pronunciar un discurso.
Casi a última hora, Maduro anunció el cambio en la ruta de la concentración chavista para «que no haya ningún tipo de problema» y no se coincida con los opositores, que desfilarán por una importante avenida en el este de la capital. «El primero de mayo a la calle en defensa de Bolívar, de su verdad, de su proceso histórico contra la burguesía», dijo el martes Maduro, que hará la marcha en honor a su mentor y fallecido mandatario Hugo Chávez, quien promovió leyes en pro de la clase obrera durante sus 14 años de gobierno.
Atendiendo un llamado de Capriles, los sindicalistas opositores se movilizarán para exigir un aumento salarial generalizado hacia una pequeña plaza, en el este de Caracas, adonde el líder opositor acudirá, aunque anticipó que éste será un acto «de los trabajadores». «Mañana 1 de mayo #LaVenezueladePAZ se moviliza por sus derechos, #EstamosConLaVerdad», escribió en Twitter Capriles, gobernador del estado Miranda (norte).
A golpes en el Parlamento
La marcha se realizará luego de que el martes diputados chavistas y opositores protagonizaran una trifulca en la Asamblea, en una sesión en la que los oficialistas negaron por mayoría el derecho de palabra a los detractores del gobierno por desconocer a Maduro, argumentando irregularidades en los comicios.
Con el rostro ensangrentado y golpes en el ojo, el opositor Julio Borges aseguró que varios legisladores afines fueron agredidos y responsabilizó al presidente del Parlamento, el chavista Diosdado Cabello, por querer someter a los opositores a un «examen» para que reconozcan al presidente electo. «Salgamos mañana (a la marcha) pacíficamente a demostrar que somos distintos, que no somos violentos», instó Borges, de Primero Justicia, formación de Capriles.
Por su parte, la legisladora oficialista Odalis Monzón también denunció haber sido «atacada por la bancada opositora». Esta mañana en un programa del canal oficial VTV, Cabello acusó a los opositores de haber llegado a la Asamblea «con toda la disposición de crear un caos» y les exigió el «reconocimiento de todas la instituciones», incluida la presidencia de la República.
Cabello también rechazó «la violencia venga de donde venga», haciéndose eco de las críticas de Maduro al incidente. «Hubo un cruce fuerte de manos, muy fuerte y eso no puede repetirse», dijo el presidente.
La crisis política se avivó luego de que el sábado el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara el inicio de una auditoría del 100% de los votos de las elecciones, pero sin un requisito clave de la oposición para demostrar supuestas irregularidades: la revisión de los cuadernos de votación, que contienen el padrón electoral.
Capriles, que acusa al gobierno de robarse las elecciones y supedita su reconocimiento a que se haga una revisión exhaustiva de los votos, rechazó participar en el proceso auditor, alegando que «es una farsa». El equipo de Capriles anunció que impugnará los resultados ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) antes de que venza el plazo el lunes.
Denuncias de persecución política
En la marcha de la oposición, los trabajadores opositores rechazarán este martes la «persecución política» contra empleados públicos por presuntamente votar contra el oficialismo y contra dirigentes opositores por supuestamente instigar a la violencia tras las elecciones.
Al día siguiente de los comicios, protestas opositoras en rechazo a la elección de Maduro dejaron nueve muertos y decenas de heridos, de los cuales el gobierno responsabiliza a Capriles y a la oposición.
Las autoridades apresaron el fin de semana al general retirado y dirigente opositor, Antonio Rivero, acusado de instigar a la violencia a unos jóvenes estudiantes tras las elecciones. El exgeneral se declaró en huelga de hambre tras su detención.
Por su parte, la marcha chavista desfilará contra lo que denomina el «fascismo» de la oposición y celebrará el incremento del salario mínimo. Autoproclamándose el «primer presidente obrero» de los venezolanos, Maduro, ex sindicalista del metro de Caracas y exchófer de autobús, prometió en campaña un incremento del salario mínimo de hasta 45% en tres tramos durante 2013 y el primero de 20% entrará en vigor este mes.