Monseñor Diego Padrón leyó un comunicado en el que la CEV llamó a todos los venezolanos a «una reflexión serena con una actitud de respeto y de diálogo» ante la situación que vive el país
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) manifestó este jueves su disposición a facilitar el diálogo entre el Gobierno y la oposición para superar el momento de profunda polarización política que vive el país tras las elecciones del 14 de abril. »Creemos con toda verdad que esa es nuestra misión, dialogar, ayudar al diálogo, ayudar a la reconciliación, ayudar a encontrar caminos para la paz, así que estamos dispuestos a contribuir a facilitar ese diálogo entre las dos mitades», indicó el presidente de la CEV, el obispo Diego Padrón, a periodistas. Previamente, Padrón leyó un comunicado en el que la CEV llamó a todos los venezolanos a «una reflexión serena con una actitud de respeto y de diálogo» ante la situación que vive el país. Los obispos también se refirieron a las agresiones el martes en la Asamblea Nacional (AN), donde varios diputados fueron golpeados después que el presidente del parlamento, Diosdado Cabello, negara nuevamente el derecho de palabra a los legisladores opositores y estos mostraran una pancarta denunciando un «golpe» al Legislativo. »Las agresiones físicas de algunos diputados en la AN son un acto de violencia que causa tristeza y vergüenza, Venezuela no se merece espectáculos tan bochornosos», indicó. Padrón agregó, leyendo el comunicado, que «hechos como estos desnaturalizan la identidad del Parlamento y ponen en riesgo un ámbito esencial de diálogo, discusión y propuestas en una sociedad democrática». La CEV indicó que la paz social y política del país reclaman «el recíproco reconocimiento de los dos sectores mayoritarios del pueblo venezolano pues el desconocimiento mutuo hará inviable tanto los planes del Gobierno como los aportes alternativos de la otra parte». »Los agudos problemas del país (…) requieren ser afrontados desde el entendimiento entre las partes pues ninguna de ellas es autosuficiente por sí sola para resolver los problemas del país», afirmó. Llamó a dejar a un lado «la prepotencia y el fanatismo, los prejuicios y las acusaciones infundadas» y señaló que «un lenguaje excluyente, ofensivo y amenazante causa miedo e indignación en la población y puede provocar reacciones sociales lamentables». »Hacemos nuestra la petición de la mayoría de los venezolanos para que cesen la represión, el hostigamiento, el acoso y despido injustificados de los empleados públicos y la violencia por razones políticas», afirmó. Además, los obispos rechazaron «categóricamente la criminalización de la protesta pacífica» y subrayaron que «la inmensa mayoría de la población exige de todos los agentes políticos y sociales una información equilibrada y que corresponda a la verdad». »No se construye nada válido a partir de falsedades, mentiras o medias verdades», indicaron.
Agencias