Josh Hamilton lleva promedio de .208, porcentaje de embasarse de .255 y slugging de .296 en las primeras cinco semanas de su contrato de cinco años y US$125 millones con los Angelinos.
Sin embargo, el guardabosque recuerda otros baches ofensivos en su carrera y está seguro de que en algún momento se verá el swing especial que lo llevó a tener grandes números con los Rangers del 2008 al 2012.
«Llegará», dijo Hamilton. «Y cuando llegue, todo el mundo va a decir, ‘Oh, oh, OK”.
Hasta ahora, lo que se ha expresado en torno a Hamilton ha sido mayormente confusión, con un bateador tan talentoso tirándole a pitcheos fuera de la zona de strike y regalando turnos.
Hamilton ya se ha ponchado 38 veces, número que lo coloca en un empate por el séptimo mayor total de Grandes Ligas. Lleva un ritmo para abanicar 199 veces este año, la mayor cantidad de su carrera es de 162, en el 2012.
El doble que conectó Hamilton el domingo vs. Baltimore fue su primer extrabase en tres semanas y sus dos jonrones son la menor cantidad que ha dado en un trecho de 31 partidos desde el 2009.
«Ha sido un mes difícil para él y ha sido un mes difícil para nosotros como equipo», dijo el gerente general de los Angelinos, Jerry Dipoto. «Sé que todo el mundo quiere hablar de eso, pero se trata de un solo pelotero tratando de ayudar a un equipo que está batallando.
«A veces cuando has logrado las cosas que él ha logrado, estás bajo la lupa. Pero tenemos una serie de problemas que van más allá de Josh”.
Eso es verdad. Los Angelinos, para decirlo de manera sencilla, no están haciendo nada bien.
Una rotación sin el as Jered Weaver desde el 7 de abril lleva la cuarta peor efectividad colectiva en Grandes Ligas, mientras que el relevo del equipo está en el 23er lugar en WHIP (bases por bolas y hits por inning lanzado).
Alden González
mlb.com