Los anuncios se conocieron en una rueda de prensa en la que por primera vez participaron los principales funcionarios del equipo económico
El gobierno argentino lanzó el martes un plan para el blanqueo de dólares no declarados tanto en el país como en el extranjero, con el objetivo de que reingresen a la economía formal local, anunció el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, en un contexto de medidas para atesorar divisas en el país y fuerte tensión cambiaria.
«Enviaremos al Congreso hoy mismo un proyecto para la creación de dos instrumentos de inversión con el objetivo de que reingresen recursos en dólares depositados en paraísos fiscales y se reintegren a la economía formal», explicó Lorenzino en una rueda de prensa con otros funcionarios.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, informó de que en Argentina «hay unos 40.000 millones de dólares billetes en manos de argentinos en el país y la cifra de tenencias de dólares se triplica en paraísos fiscales en el exterior».
Según Kicillof, Argentina es el país con mayor tenencia de dólares per cápita después de EEUU, con 1.200 dólares.
El plan de blanqueo consiste en la emisión de un bono para el sector energético destinado tanto a empresas como a familias con capacidad de ahorro que no estén habituadas a la inversión en el mercado de capitales y un certificado de inversiones para el sector inmobiliario y de la construcción.
«La intención es movilizar recursos ociosos hacia un sector estratégico como el energético», dijo el ministro, y explicó que, por ejemplo, la inversión estará destinada a la renacionalizada petrolera YPF.
Otro instrumento, denominado «certificado de inversiones para el sector inmobiliario y de la construcción», será utilizado para «retomar el dinamismo del sector de la construcción», según la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, al referirse a la fuerte caída de la actividad en ese sector.
Los anuncios se conocieron en una rueda de prensa en la que por primera vez participaron los principales funcionarios del equipo económico, en un momento de tensión cambiaria con una brecha elevada el martes al 93% entre la cotización del dólar oficial y el informal, que cerró en 10,08 pesos.
Kicillof volvió a insistir en que el gobierno no devaluará la moneda, tal como lo había sostenido el lunes la presidenta Cristina Kirchner. «Nuestra economía ha sufrido ataques especulativos», dijo Kicillof y añadió que «empujan a la gente a comprar dólares diciendo que va a haber una devaluación. Este es un mal endémico que tiene Argentina», acotó.
El gobierno argentino ha adoptado fuertes medidas comerciales y de control de los mercados cambiarios para evitar la salida de divisas del país, en un contexto de difícil acceso a los mercados internacionales de financiamiento después del ‘default’ de 2001.
AFP