La defensa del venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos, busca en Caracas el apoyo del presidente Nicolás Maduro, a tres días de que sea juzgado en apelación en París por cuatro atentados cometidos en 1982 y 1983 en Francia, informó este viernes el hermano menor del imputado.
La abogada y esposa de Ramírez, la francesa Isabelle Coutant-Peyre, llegó el miércoles a la capital venezolana «para ver si podemos contactar tanto a la Cancillería, como a la Presidencia de la República y funcionarios del Estado» antes del juicio, dijo a la AFP por teléfono Vladimir Ramírez.
La abogada busca denunciar ante las autoridades que desde «hace varios meses» Carlos, de 63 años, «se encuentra completamente desasistido por el gobierno venezolano debido a que su embajada en Francia no le está prestando el apoyo que está obligado a prestarle como ciudadano venezolano», denunció.
Carlos, que en 2014 cumplirá dos décadas encarcelado desde su arresto en Sudán, «ha dejado de recibir las visitas de los funcionarios de la embajada venezolana con los que conversa» y éstos tampoco «responden las llamadas de Isabelle ni los otros abogados franceses, ni les dan audiencia», añadió.
Los abogados de Carlos apelarán desde el lunes la condena a cadena perpetua que falló la justicia francesa en contra de éste en diciembre de 2011 por cuatro atentados cometidos en Francia en 1982 y 1983, que dejaron 11 muertos y cerca de 150 heridos.
Carlos será juzgado por un tribunal criminal especial de París, compuesto únicamente de magistrados profesionales, durante un proceso previsto hasta el 26 de junio.
Coutant-Peyre, que espera el regreso de Maduro al país luego de que éste concluyera el jueves en Brasil una gira por la región, aspira a que el gobierno también le ayude a desplazar a París a un «equipo de abogados de diferentes países como Turquía, Líbano, Suiza y Alemania».
Estos abogados, los cuales no cobran honorarios, «forman parte del equipo de defensa de Ilich en París, entonces requerimos el apoyo del gobierno para que se produzca esto», indicó Vladimir.
En 1997, Carlos ya fue condenado en París a otra cadena perpetua por el asesinato de tres hombres, dos de ellos policías, en la capital francesa en 1975.