El Levante y el Zaragoza empataron sin goles, un resultado que les permite a ambos equipos sumar un punto más en su lucha por asegurar la permanencia en la Primera División del fútbol español.
Con este empate, el Levante, duodécimo en la clasificación, suma 42 puntos y el Zaragoza, decimosexto, 34, tras disputar su partido de la trigésima quinta jornada.
Los valencianos fueron muy superiores en la primera mitad, pero jugaron la práctica totalidad de la segunda en inferioridad numérica, por la expulsión de Diop, circunstancia que no supo aprovechar el Zaragoza.
En el arranque del partido, el Levante se mostró mucho más entonado e intenso que su rival, tanto en la presión defensiva como en la creación ofensiva.
Los de Juan Ignacio Martínez querían certificar la permanencia en la categoría por cuarto año consecutivo y para ello necesitaban un triunfo que se les había resistido en las cinco anteriores jornadas, en las que tan sólo consiguieron sumar un punto.
A los 4 minutos, el colegiado Gil Manzano no consideró penalti unas claras manos de Fernández tras un centro del local Valdo y, minutos después, anuló un gol de Acquafresca por fuera de juego Valdo.
El conjunto valenciano buscaba con ahínco el gol ante un Zaragoza incapaz de generar juego y que se limitó a contener como pudo el ímpetu de un Levante, que conforme avanzó el partido fue perdiendo fuelle, tras firmar unos muy buenos primeros veinte minutos.
Los maños ganaron en contundencia defensiva y sobre todo mejoraron en su presión en la medular, aunque su ataque fue inexistente en toda la primera mitad.
La reanudación estuvo marcada por la temprana expulsión de Pape Diop que varió el guión del partido. El Zaragoza se animó a ir a por los tres puntos frente a un Levante que instintivamente se replegó sobre su parcela del campo y cedió el dominio del partido a su rival.
Sin embargo, los de Manolo Jiménez no supieron sacar crédito de su superioridad. Tan sólo un remate en propia puerta de Navarro, que salvó con apuros Navas y un difícil remate de Postiga, pusieron en apuros la integridad del marco local.
El Levante desapareció ofensivamente, aunque en la recta final pudo marcar en una jugada a balón parado, tras gran cabezazo del capitán Iborra que Roberto salvó en una acrobática intervención.
El Zaragoza se volcó en los minutos finales en busca de la victoria. Un disparo seco de Apoño desde la frontal salió junto a la cepa del poste del meta costarricense del Levante, que posteriormente se exhibió ante los disparos de Jose Mari y Rochina.
Pero el gol no llegó, pese a una nueva expulsi y ambos equipos se tuvieron que conformar con un empate, que sin llegar a satisfacer plenamente a ninguno de los dos equipos, les acerca un poco más a la permanencia.