En apenas diez horas, el 19 de febrero prácticamente vaciaron 2.904 cajeros de Nueva York. Era una banda de ocho individuos. Cuando la policía atrapó a siete de ellos, tenían mochilas llenas de fajos de billetes con casi US$ 3 millones. El hecho es apenas la punta visible de una organización internacional de hackers y asaltantes comunes.
El hecho fue conocido el viernes pasado, lo difundió la Fiscalía de Nueva York, tras lograr desbaratar parcialmente a una banda que opera en varios países, se trata de hackers dedicados a ingresar a empresas procesadoras de tarjetas de crédito.
A diferencia de los hackeos “tradicionales” contra empresas industriales o gobiernos en busca de datos secretos, la nueva modalidad del crimen apunta a desvalijar con una simple laptop cuentas de gente común, famosa o de algún millonario.
Una vez dentro de sus servidores, los piratas copian la información de acceso a las cuentas vinculadas a varias tarjetas y manipulan el sistema para elevar la cantidad de los retiros permitidos.
Siguiendo ese modus operandi, la banda se hizo con un botín de 45 millones de dólares a través de retiros fraudulentos en 27 países: EE.UU., Canadá, México, Dominicana, Colombia, Sudáfrica, España, Francia, Italia, Bélgica, Reino Unido, Holanda, Alemania, Estonia, Latvia, Ucrania, Rumania, Bulgaria, Egipto, Emiratos Arabes, Pakistán, Sri Lanka, Rusia, Japón, Tailandia, Malasia e Indonesia.
Los golpes fueron dados en dos series después de varios meses de estudio e ingresos en compañías ligadas a las tarjetas para juntar información y manipular sistemas sin despertar las alarmas. Sin embargo, no se informó de robos en Argentina.
La Fiscalía consideró el episodio como el mayor robo cibernético de su tipo de la historia. El primer saqueo fue el 22 de diciembre cuando desfalcaron US$ 5 millones en 4.500 transacciones de cajeros en 20 países. El segundo atraco, el 19 y 20 de febrero, fue el gran golpe. En 36.000 operaciones en 25 países se alzaron con US$ 40 millones. «Se trata de un masivo robo de banco al estilo del siglo XXI que fue asestado en cuestión de horas», comentó la fiscal de Nueva York, Loretta Lynch.
Aunque en la investigación en curso se han hecho arrestos también en otros países, los individuos apresados sólo representan el último eslabón de la cadena. Los investigadores apuntan que se trata de una bien estructurada red internacional y aseguran que los verdaderos cerebros de la trama no están en Estados Unidos.