Con pañitos calientes no vamos a superar esta crisis que vivimos. Ni política ni de gobernabilidad. El país está detenido y encapsulado en un solo tema sin que se vislumbren soluciones efectivas en el corto y mediano plazo.
Lo electoral ha ido más lejos de lo previsto, la economía no muestra ningún signo de recuperación y la conformación del aparato de gobierno sencillamente no está cubriendo con las expectativas generadas.
Nicolás Maduro tuvo y tiene una oportunidad de oro al ser bendecido por el dedo visionario de Hugo Chávez, que como buen padre dejó antes de morir todo arreglado, herencia incluida. Cualquier ajeno a esta realidad podría dudar de lo perfecto que ha sido esta sucesión, sin embargo frente a los hechos y a las realidades, el ungido no ha podido demostrar de qué está hecho y no lo podrá hacer mientras se siga apoyando en la muletilla del paso del tiempo inclemente.
Hablamos de la oportunidad de oro porque sin necesidad de desviarse del proceso ni traicionar el pensamiento chavista, bien pudo organizar un equipo de gobierno renovado que dejara atrás el fracaso del pasado, tomando como punto de partida las experiencias exitosas -si las hubo- y adecuándose a las expectativas del presente y del futuro.
Brasil negocia con el imperio
Un acto de reflexión de un hombre que se supone con experiencia en políticas públicas y que fue preparado para la sucesión, debe mirarse en el espejo de la región y si se es más específico, tomar el ejemplo de aliados como Brasil, Ecuador y Colombia por citar solo a tres, pero sin dejar de tomar en cuenta el modelo chileno que es, de acuerdo a los indicadores internacionales, un país en vías de desarrollo.
Desde luego que todos los gobiernos del mundo tienen su inclinación política, su ideología y su visión filosófica, pero la mayoría privilegia el progreso y el bienestar por encima de cualquier dogma.
Brasil es todo un paradigma en ese sentido y no tuvo que ningún prurito para negociar libremente con el imperio en aras de hacer crecer su economía y esforzarse en erradicar el hambre. Es decir, un gobierno impulsado por un comunista convicto y confeso priorizó a su país por encima de redimir «el pasado vergonzoso que requiere el tránsito de la espada de Bolívar para libertarnos 400 años después».
Pero hay otros modelos, el gobierno oprobioso de los hermanos Castro con una economía maltrecha que vino a ver luz con la llegada de Chávez al poder, ha dado un vigoroso impulso a la actividad turística dándose el lujo de recibir 3 millones de turistas al año, contra escasos 800 mil que recibe el país con cifras maquilladas. Igual Ecuador, que ha dejado atrás al socialismo del siglo 21 para ir tras la búsqueda de visitantes de cualquier latitud. Nosotros vendemos por necesidad petróleo a Estados Unidos mientras mantenemos un discurso hipócrita y antiimperialista, fortaleciendo cada vez más una economía monoproductora, lo demás es sencillamente pura cháchara…
Nos alejamos del libre comercio y creamos el adefesio del ALCA donde los únicos benefactores somos nosotros con unos muy contados y pingües beneficios.
Ilegitimidad vs. gestión
Pero aterrizando en Venezuela, la oportunidad de oro de Maduro comienza a desteñirse con un gabinete desvencijado con muy pocas caras nuevas y encriptados en el penoso más de lo mismo.
Mientras el país no comience a dar signos de progreso y bienestar, va a ser muy difícil superar esta crisis de gobernabilidad.
La mejor respuesta de Maduro ante las acusaciones de ilegitimidad es con gestión. Combatiendo frontalmente la inseguridad, generando empleo, recuperando el poder adquisitivo, mejorando sustancialmente los servicios públicos y dejando la benevolencia crematística hacia la región porque los problemas nuestros no pueden esperar más y están a punto de desbordar a las instituciones. No es con gobierno de calle en algunos países de Unasur como se van a encarar las dificultades internas.
Una vez más Maduro está a la defensiva, como ocurrió en la campaña electoral. Sin tener nada que buscar en el sur, descuida la gestión pública que es lo que a larga le puede dar la coraza que necesita su gobierno.
De su desenvolvimiento el gobierno depende en buena parte su legitimidad. De lo demás se encargan «los poderes autónomos».
ARENA Y CAL
INCIDENTE EN ROMA, la periodista Marinellys Tremamuno, quien reside en la capital italiana fue desalojada de un acto en la embajada de ese país presidio por el embajador Isaías Rodríguez por exponer sus puntos de vista sobre la situación electoral venezolana ¿Persecución extrafronteras?.
LEÑA AL FUEGO. Pretender declarar la vacante absoluta del gobernador Capriles es poco más que inapropiado y sencillamente no procede. Con ello se ha conseguido respuestas concretas del líder opositor.
FERMIN. Esperan a Claudio Fermín en Miami y tiene la intención de reunirse con Alfredo Catalán, exalcalde de El Hatillo con la finalidad de crear una organización política la cual, de acuerdo a nuestras fuentes, cuenta con auspicio del gobierno. La MUD-Miami se ha rehusado a montarle agenda.
NUEVO MINISTRO. El presidente debe ir pensando ya en el nuevo ministro para atender el tema eléctrico. Chacón dijo que si en cien días no lo resolvía, renunciaba. Ya le quedan como sesenta y su anunció más rimbombante fue el incremento de tarifas.
LA MATRIZ internacional del gobierno no anda bien. Buscar refrescamiento con los aliados en actitud defensiva no es una buena receta. La actitud recatada de Brasil, la posición de Perú, las reservas de Chile y Colombia, más la oposición de Uruguay son para preocuparse. La MUD por su parte insistirá en activar la Carta Democrática Interamericana.
SI LA MUD decide, como lo adelantó hace tiempo, revisar las candidaturas unitarias a alcaldes, sin duda habrá que tomar en cuenta a Ramón Flores en Ocumare. Se está hablando de comicios para noviembre, pero este cronista cree más bien en abril de 2014.
LA QUINTA ANAUCO, la antañona y señorial casona de la Caracas de techos rojos, ha sido ocupada por capricho del alcalde Jorge Rodríguez para despachar eventualmente, lo cual ha impedido el funcionamiento del infocentro y la gran cantidad de actividades culturales que allí se hacían.
Jairo Cuba