Alegando que no están en huelga y que no tienen las unidades encerradas en el patio del Sitssa en Mamporal, municipio Buroz, empleados y trabajadores del Sistema Integral de Transporte Superficial Socialista (Sitssa) se mantienen en su lugar de trabajo y con el portón cerrado, hasta tanto las autoridades de la institución no les den una solución a los problemas planteados.
Así lo declaró el secretario general del sindicato de trabajadores y trabajadoras del Sistema Integral de Transporte Superficial Socialista (Sitssa), Jairo Alcalá, quien especificó que desde hace tres meses se han estado llevando a cabo unas mesas de trabajo para buscar la conciliación en las mejoras de las unidades autobuseras que prestan servicio en la zona. “Tenemos dos mesas de trabajo, una para atender la deuda con los trabajadores y la otra para la recuperación de las flota que consta de 60 unidades” dijo.
En Mamporal Jaez Villafranca y Milagro Carrasquero delegados de la supervisión, Janina Martínez delegada de seguridad, Miley Muro delegada de Administración, José Ponce y Luis Rojas delegados de los operadores, Joel Ramos y Vidal Palacios en mantenimiento, solicitaron la presencia del nuevo presidente de Sitsa, Hernán Pulido, con el fin de buscarle una solución favorable no tanto a los trabajadores, sino a los usuarios.
La inversión del Sitssa para la recuperación de las unidades ha desmejorado enormemente, “esto ocasiona que hayan menos unidades operativas, no llegan los repuestos, no llegan las provisiones los trabajadores tenemos que hacer magia para poder mantener las unidades activas” dijo Villafranca. Agregó que las acciones se adelantaron porque Tránsito Terrestre les advirtió que no podían seguir circulando y poniendo en peligro a los usuarios, porque las unidades presentan desperfectos y cauchos lisos.
Millardos perdidos
En el recorrido realizado en el patio usado como taller, el equipo periodístico constató cómo unidades nuevas van perdiéndose en el olvido, un cementerio de cauchos dañados. Hace un mes se quemaron siete unidades, supuestamente por un accidente, unidades bielorrusas perdiéndose por falta de cauchos, un autobús del 2012 desvalijado completamente. Dicen que ha habido cantidades de robos pero ninguno ha sido sancionado por los viejos vicios y viejas prácticas. En ese patio hay millardos de bolívares en pérdidas.