La humanidad desde el génesis ha vivido convulsionada por conflictos de toda índole, causas y justificaciones. Guerras, revoluciones, guerrillas, magnicidios, asesinatos, persecuciones, privaciones de libertad, fusilamientos, etc. por ello, la historia debe analizarse considerando el momento en que ocurrieron esos hechos.
El socialismo-marxista, llamado en nuestro país, socialismo del siglo XXI o neo-comunismo se ha auto-definido de revolución bolivariana, tomando a Simón Bolívar, El Libertador, como el precursor del socialismo vernáculo, pero además, en populismo de besos a un crucifijo en prueba de profesar el cristianismo católico, secuestrando a Jesús de Nazaret como el primer socialista y al mismo nivel, declarándose marxista-castrista pero vociferando ser democrático, siendo sistemas políticos antagónicos. La democracia fundamentalmente es libertad de conciencia, mientras que el socialismo marxista, es Estado oligarca y tiranía de la personalidad.
Abraham, Moisés y Jesús fueron descendientes de tribus y familias acomodadas, oligarcas, pero en común por adoración al Dios Único y en el amor al prójimo. Abraham, al seguir la voluntad de Dios fue mas importante que todas sus riquezas (Heb 11:8-10 ) y en el cristianismo, no es malo ser rico, pero el peligro consiste en confiar en las riquezas (Mr. 10:23,24 ). El avaro rico confió en la opulencia y es más fácil que el camello pase por el ojo de una aguja. Marx y Engels, fundadores del comunismo, eran oligarcas y burgueses.
La revolución francesa, la independencia de Estados Unidos de Norteamérica y la emancipación de Venezuela, fueron lideradas por oligarcas y burgueses.
Se entiende por oligarcas en su amplio sentido, los que han nacidos en cunas de oro y por burgueses, aquellos artesanos y comerciantes de clase media emprendedores. El socialismo marxista ha mantenido en sus lineamientos populistas inventar y fomentar enemigos causantes de todos los males sociales, especialmente los oligarcas, sentenciándolos con la muerte por explotadores y apátridas. Odios que no concuerdan con la realidad histórica porque así como han existido oligarcas y burgueses humanitarios, con sana conciencia social dignos de aplausos, no es menos cierto que personas nacidas en cuna de esteras se ha convertidos en ricos corruptos simulando revolución social que no admiten oposición, alternabilidad e independencias del los poderes públicos.
El 19 de abril de 1810 y la declaración de independencia el 5 de julio de 1811, todos sus firmantes eran oligarcas y burgueses dueños de propiedades y comercios.
Sólo abusando del populismo, rechazando alianzas conciliatorias y con la llamada revolución bolivariana-socialista-marxista, justifican el proceso político arengando al pueblo para que odien a oligarcas y burgueses sin distinciones, cuando por el contrario, ayer y hoy en nuestro país, ha habido y existen empresarios con sensibilidad social quienes por convicción y evolución han coadyuvado en el desarrollo del país. Bolívar, Sucre, Mariño, Bermúdez y otros patriotas, todos ricos, nadie puede dudar que pusieron a un lado sus condiciones socio-económicas y nos emanciparon en revoluciones de oligarcas.
Cesáreo José Espinal Vásquez
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