CIUDAD DEL VATICANO. El cardenal escocés que renunció como arzobispo después de admitir una conducta sexual impropia se irá de Escocia para someterse a meses de oraciones y expiación, dijo el Vaticano el miércoles en una sanción inusual.
El cardenal Keith O’Brien se automarginó del cónclave en marzo que escogió al papa Francisco después que un periódico reportó las denuncias de sacerdotes de que había actuado de manera impropia con ellos. No había indicaciones de que los sacerdotes, que no fueron identificados, hubiesen sido menores en esos momentos.
O’Brien reconoció que había incurrido en inconducta sexual que no especificó. Renunció como arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, se disculpó y prometió mantenerse al margen de la vida pública de la Iglesia.
El miércoles el Vaticano dijo que O’Brien, otrora el dignatario católico de mayor rango en Gran Bretaña, se iría de Escocia para varios meses de «oración, penitencia y renovación espiritual» a causa de los mismos motivos por los que decidió no participar en el cónclave.
La declaración no dijo si la medida fue impuesta por el Vaticano como castigo o si lo hace voluntariamente. Pero en el pasado, religiosos descarriados han sido sancionados por el Vaticano con castigos de «oración y penitencia», lo que sugiere que se trata de un castigo. El Vaticano dijo que su partida se concretó «en acuerdo con el Santo Padre».
La distinción es significativa porque las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos han denunciado la falta de rendición de cuentas de la dirección eclesiástica por haber encubierto los delitos de los sacerdotes pederastas. En la Iglesia, los obispos y cardenales eran prácticamente intocables.
El cardenal Bernard Law, cuyo encubrimiento de sacerdotes pedófilos en Boston fue una de las piedras de escándalo en la crisis de abusos de religiosos, renunció como arzobispo de Boston en 2002 pero recibió un cargo como arcipreste de una de las principales basílicas en Roma.
Aunque O’Brien no fue acusado de abusar de menores, su caso ha sido observado para ver si el papa Francisco toma medidas contra un cardenal descarriado. El Vaticano, por ejemplo, se había negado a confirmar siquiera si investigaba las denuncias contra O’Brien, aunque la oficina de prensa de la Iglesia católica escocesa dijo que las denuncias habían sido remitidas a Roma y que esperaba una investigación.
El vocero de la Iglesia escocesa no respondió pedidos de declaraciones sobre el caso.
AP