Menos mal que en la Asamblea Nacional privó la conciencia y la necesidad de entender que los violentos están demás. Tenemos que tener claro que: “El parlamento es un órgano constitucional de un Estado con sistema parlamentario, compuesto por los representantes elegidos por el pueblo que tiene atribuida la misión principal de expresar la voluntad de éste, elaborando y aprobando normas jurídicas de carácter general e interviniendo en la integración y funcionamiento de otras instituciones del Estado. Su misión es la misma que la del Congreso, pero éste último tiene más definida la separación de poderes legislativo y ejecutivo y es propio del sistema presidencial”, definición tomada literalmente de Wikipedia, la enciclopedia libre.
Entonces nuestra pregunta sería ¿Con qué potestad un Presidente de una Asamblea se arroga el derecho de pretender callar a los diputados de la oposición?, afortunadamente la cordura y la inteligencia dejaron en ridículo al que pretendió callarla la voz de la mitad de los venezolanos que no reconocemos como Presidente a Nicolás Maduro hasta tanto no se realice la auditoria tal y como debiera hacerse, si después de ese hecho solicitado por el sector democrático venezolano, Maduro resultará el ganador de la contienda electoral lo reconoceríamos y le diéramos el trato que se le da a un Presidente Democrático, mientras tanto ninguna ley o normativa nos obligue a reconocerlo como tal.
Qué tristeza debe sentir un ser que creyéndose grande y poderoso se ve obligado a echar para atrás una medida tan repúgnate como la que tomó Diosdado Cabello para tratar de hacer creer que él era un hombre de importancia en el país, creemos que ya entendió que él ocupa un cargo administrativo y que se encuentra limitado por los reglamentos y leyes establecidos en nuestra Constitución vigente. En el caso que el que escribe está nota hubiera tomado tan equivocada medida para tener que tener que retirarla y quedar en ridículo, no solo con los miembros de la Asamblea Nacional si no con todo el país, ya nuestra renuncia al cargo estuviera en la mesa directiva y por haber sido tan evidente mi actuación también dejaría de ser diputado de la Asamblea Nacional.
Ese hecho, tan detestable, marcó un vergüenza a nivel mundial, que a pesar que la cobardía del causante de tal infamia trató de que no fuera vista por los que seguían las incidencia de esa reunión, ya que el canal de televisión, perteneciente a la Asamblea Nacional que enfocó sus cámaras hacia el techo y al escudo nacional y el hecho de la, también ridícula, prohibición de no aceptar que los medios de comunicación nacionales cubran la fuente como debería ser en un país que se dice democrático, pero sin embargo la noticia se regó como pólvora a nivel mundial dejando al descubierto a los diputados del gobierno que se creen que son guapos de barrio. Sea propicia la oportunidad para hacerle saber a la bancada oficialista que los diputados del sector democráticos de Venezuela seguirán, como debe ser, acogidos a todas las normas, principios y leyes vigentes en nuestra nación, ya que saben que un gobierno solo debe ser cambiado por votos y jamás por balas.
Diputado Diosdado Cabello, su propuesta está fuera de orden.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com