El entrenador Greg Popovich llevó al conjunto de San Antonio a su novena final. New York Knicks resisten
Dominar 4-2 la serie frente a Golden State Warriors (94-82 el sexto encuentro en Oakland) fue una nueva demostración del por qué la era Popovich-Duncan ha sido la más fructífera para los Spurs de San Antonio. Tanto como para alcanzar nueve finales de conferencia.
En conocimiento de la materia, y sobre todo, en su aplicación táctica valiéndose piezas que supieron interpretar con disciplina los elementos de ataque y defensa, el desarrollo de la semifinal del Oeste fue una lección de buen baloncesto. No en balde muchos consideran al estratega de los Spurs como el número 1 de la actualidad en la NBA.
Defensa, elemento sustantivo. Con la eficiencia de siempre en la marca, ayudas y rotaciones, y ajustándola a la fuerza del rival en el perímetro al extremo de contener en 38% de cancha, con apenas 25 en triples a unos antes productivos Warriors que, para su desesperación, apenas lanzaron 63% en tiros libres.
Ofensivamente, los Spurs dictaron cátedra en el manejo del balón. Duncan (19) anotó en momentos importantes y el dueto Parker-Ginóbili, sin tino de campo (22-4) compensó con 19 asistencias de un gran total de 27, cifra esta elocuente en relación con ese aspecto del juego. Siempre hubo el pase extra atrás o a las esquinas cuando la defensa se cerró para neutralizar a Duncan o las penetraciones, y por allí se hicieron sentir para desahogar el marcador cuando el rival apremió Especialmente con Green metiendo 3 de 4 intentos de triple.
A la vista del duelo que viene -en la final- con Memphis y sus dos poderosos postes -Randolph y Marc Gasol- el brasileño Tiago Splitter (14) demostró que está recuperado, constituyendo con Kahwi Leonard (16, con 10 rebotes) una fuerza importante en los tableros.
Los cinco abridores consiguieron doble dígito anotador pues Parker llegó a 13 (con 11 asistencias) y, otro detalle fundamental, la reserva mostró que puede ser determinante. Popovich movió sus piezas (11 en total, 9 en la rotación básica) e incluso con Duncan en el banco pudieron mantener el ritmo de juego y administrar la ventaja. Cada uno de los que ingresó se hizo sentir, en las ayudas defensivas y en concretar puntos en el contragolpe o el ataque ponderado.
Varias veces se acercó Golden State, incluso a dos puntos en el último cuarto, pero San Antonio siempre tuvo los recursos para neutralizar la ofensiva y ripostar hacia una ventaja que anduvo entre 8 y 12 puntos. Stephen Curry metió 22 (10 de 25 tiros) y dio 6 asistencias, pero el colectivo careció de la tranquilidad en el manejo para crear mejores oportunidades, acosado como estuvo por una defensa que no dio tregua.
Knicks luchan
En Nueva York los Knicks pusieron la serie 2-3 ganando 85-75 en partido de muy desacertado primer tiempo. Allí los Pacers, que no pudieron alinear a un jugador fundamental, el armador George Hill (lesionado en el cuarto partido), lanzaron por debajo del 30 % y anotaron apenas 15 puntos (en 10 minutos llevaban otros tantos) para dar una ventaja que les resultaría inalcanzable.
Carmelo Anthony encabezó con 28 puntos a unos Knicks que lanzaron para 41 y 38, con 82 en tiros libres, con Copeland, Felton y Smith «echando una mano». Smith dejó 13 puntos pero siguió con el aro perdido (4-11), mientras Indiana se perdía en su falta de puntería (totales de 36, 31 y 57%) además de 19 balones desperdiciados sin lanzar al aro.
Ahora van a Indianapolis, donde los Pacers esperan ganarse el derecho a disputar la final con Miami Heat. Knicks van por el «milagro» de nivelar la serie y decidir en casa.