En lo que va de 2013, la plata ha caído un 23%, el cobre un 12%, el oro un 17%, el hierro descendió a la mitad en seis meses, el petróleo se ha situado por debajo de los US$100 el barril y la soja, sin desbarrancarse, conoció mejores épocas.
Si bien algunos productos primarios como el maíz se salvan de esta tendencia, el impacto es claro.
Si se lo compara con los precios de 2008, tanto los productos primarios energéticos (petróleo, gas) como los metales industriales (cobre, aluminio) y los agrícolas (soja, trigo) están hoy a una tercera parte del valor récord que tenían hace cinco años y aún muy por debajo de lo que se pagaba en 2010 y 2011, dos años de repunte de la economía mundial.
Según el jefe de materias primas del banco de inversiones danés Saxo Bank, Oles Hansen, se ha roto el vínculo que había entre inversores y materias primas en los años previos.
«No se puede decir si el llamado ‘superciclo’ de las materias primas está terminado, pero sí está claro que entramos en un período en el que no veremos la escalada de precios de los últimos años», le comentó Hansen a BBC Mundo.
Ese «superciclo» que comenzó en 2002-2003 con la plena incorporación de China al comercio mundial resultó en un período de sostenido crecimiento en América Latina.
Si es que efectivamente estamos al final de un período excepcional, la pregunta es si nos encontramos en la antesala de una nueva crisis.