La Asamblea Nacional reinició el martes sus sesiones luego de tres semanas de paralización en un intento por superar la difícil situación que se generó tras una pelea en el recinto que dejó varios diputados heridos.
El Parlamento venezolano retomó la normalidad con un debate en el que se le permitió nuevamente hablar en la sesión a los congresistas opositores, a quienes el presidente del cuerpo legislativo, el oficialista Diosdado Cabello, les había suspendido desde mediados de abril el derecho de palabra hasta que reconocieran a Nicolás Maduro como presidente.
«No se puede sustituir la palabra por la barbarie y el primitivismo político para que exista la agresión que nosotros vimos el pasado 30 de abril», dijo el diputado William Dávila, quien habló a nombre de la oposición para rechazar la trifulca del mes pasado y exigir a la directiva de la Asamblea el respeto del derecho de palabra de los diputados.
En su discurso Dávila solicitó a la directiva la apertura de una investigación sobre los eventos del 30 abril y que se le de protección a los 165 congresistas de la Asamblea.
Por su parte, la diputada oficialista Tania Díaz hizo un llamado a la paz y a la convivencia en la Asamblea, pero afirmó que el oficialismo hará lo posible «para combatir ese intento de la derecha de desestabilizar el país y de echar al traste de torpedear las instituciones venezolanas», y hacer que se respete la memoria del fallecido presidente Hugo Chávez.
La reanudación de las actividades en el Congreso, donde está pendiente la discusión de normas fundamentales como una ley de desarme para combatir la delincuencia, generó gran expectativa en el país que no ha logrado superar las tensiones surgidas tras las elecciones presidenciales del 14 de abril en las que triunfó Maduro. La oposición se ha negado a reconocer la victoria de Maduro alegando un supuesto fraude.
La decisión de Cabello de prohibir el derecho de palabra a los opositores y retirarlos de la presidencia de algunas comisiones parlamentarias hasta que reconocieran a Maduro como presidente fue el desencadenante de las fuertes tensiones en el Congreso que culminaron con la trifulca del 30 de abril.
Durante la sesión de este martes la Asamblea aprobó un crédito de unos 81 millones de dólares para que el gobierno importe papel higiénico y otros implementos de aseo personal que han escaseado en las últimas semanas.
AP