El martes, combatientes del grupo libanés y soldados sirios, respaldados por ataques aéreos y de artillería, renovaron una ofensiva destinada a echar a los rebeldes de la ciudad de Qusair, cerca de la frontera con Líbano, dijeron activistas de la oposición
BEIRUT. La oposición siria y el Gobierno del presidente Bashar al-Assad parecen estar preparándose para participar en una conferencia de paz internacional en un contexto, en momentos en que en el país se producen algunos de los peores enfrentamientos del año.
El martes, combatientes del grupo libanés Hezbollah y soldados sirios, respaldados por ataques aéreos y de artillería, renovaron una ofensiva destinada a echar a los rebeldes de la ciudad de Qusair, cerca de la frontera con Líbano, dijeron activistas de la oposición.
La lucha que se registra en la ciudad desde el domingo ha cobrado la vida de 50 combatientes del grupo guerrillero apoyado por Irán, una de sus peores pérdidas hasta ahora en el conflicto y ha aumentado los temores de que la guerra civil siria, que ya lleva dos años, pueda extenderse más allá de sus fronteras.
Un funcionario estadounidense de alto rango dijo que informaciones oficiales de comandantes rebeldes sirios indicaban que en Qusair había iraníes junto a los combatientes libaneses de Hezbollah.
«Este es el esfuerzo más visible que hemos visto de Hezbollah para participar directamente en los combates en Siria como una fuerza extranjera y entendemos que allí también hay iraníes. Es lo que nos están contando los comandantes del Ejército de Siria Libre», dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
Aunque no está claro qué hacían los iraníes allí, dijo que «podrían estar tanto asesorando como luchando».
En tanto, Siria anunció por primera vez desde el inicio de la guerra civil que sus soldados habían atacado a las fuerzas armadas de Israel. Dijo que sus soldados habían destruido un vehículo israelí que entró en territorio sirio desde los Altos de Golán ocupados por el Estado judío.
La violencia ha provocado al menos 80.000 muertes en Siria mientras las potencias mundiales han discutido sobre cómo acabar con ella. El martes, diplomáticos extranjeros dijeron que el Gobierno de Assad se preparaba para unirse a una conferencia de paz promovida por Estados Unidos y Rusia, mientras que sus oponentes dijeron que también estaban dispuestos a participar.
• CONVERSACIONES
Con la presión internacional creciendo para que ambas partes vuelvan a la mesa de negociación, el mediador de Naciones Unidas y la Liga Arabe, Lakhdar Brahimi, dijo que la ONU está trabajando para organizar las conversaciones de paz.
«El pueblo sirio tiene grandes esperanzas en la conferencia, ya que la oposición se prepara para participar como también el régimen sirio», dijo Brahimi a periodistas en El Cairo.
Está previsto que las conversaciones se celebraren en Ginebra en junio. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, espera discutir la planificación de la conferencia en una reunión del club de países «Amigos de Siria» que se celebrará el miércoles en Jordania, aunque muchas de estas naciones son escépticas sobre la iniciativa de paz.
«Hay muchos problemas en la preparación de esta conferencia, la primera es la formación de las delegaciones del régimen y la oposición», dijo Brahimi.
La oposición de Siria también tiene previsto reunirse en Estambul el jueves para anunciar su postura.
Fuentes diplomáticas de la Unión Europea dijeron que Assad había presentado los nombres de cinco responsables de su gobierno que participarán en las conversaciones. La lista incluye al primer ministro Wael al-Halki y funcionarios de menor rango. Según un diplomático de la UE, la oposición ha rechazado algunos de los nombres por su falta de influencia.