El líder opositor Henrique Capriles reclamó hoy al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que se pronuncie sobre si admite o no las impugnaciones de los comicios presidenciales de abril pasado, porque según él, los plazos ya vencieron.
«Los venezolanos estamos esperando una respuesta del TSJ, hace rato que se venció el lapso para la admisión!», escribió Capriles en su cuenta de Twitter.
Nicolás Maduro ganó los comicios por un margen de 1,49 % de los votos, resultado que no ha reconocido Capriles, quien asegura que le «robaron» las elecciones del pasado 14 de abril, y por eso las impugnó y pide que se repitan.
Capriles y la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) presentaron el 2 y 7 mayo pasados, respectivamente, las impugnaciones al proceso electoral y desde entonces repiten que el Supremo debía responder si las aceptaba o no en «dos días hábiles», porque así lo establece la ley orgánica que rige al Poder Judicial.
Ramón José Medina, integrante de la Mesa, explicó a Efe que el Supremo se ha excusado aludiendo que antes de decidir sobre las impugnaciones debe resolver las recusaciones contra tres magistrados del organismo, también presentadas por la oposición. También para Medina se trata de un retardo injustificado del TSJ, porque, añadió, las impugnaciones y las recusaciones son dos procesos distintos.
La oposición recusó a los magistrados Jhannett Madriz, Malaquías Gil y Fernando Vegas por su supuesta filiación con el Gobierno. Capriles impugnó el 55,4 % de los 15 millones de votos emitidos en abril y pide la repetición total proceso, mientras que la MUD cuestiona 2,32 millones de votos y pide que se vuelva a celebrar parcialmente la elección.
Maduro dijo un mes después de los comicios que con su elección «el pueblo venezolano obtuvo una victoria heroica», alertó que «la patria no tiene regreso a la república burguesa», y reiteró que el imperio, como llama a Estados Unidos, junto «con una pequeña fracción de la derecha fascista venezolana, cree que pueden derrocar al Gobierno bolivariano».
El jueves pasado Maduro reconoció que «900.000» votantes, a los que identificó como chavistas y dijo conocer sus identidades, votaron por Capriles arrastrados por la «tristeza» que sentían por la muerte de su antecesor y mentor, Hugo Chávez, lo que generó una ola de críticas de la oposición por haber puesto en duda el secreto del sufragio garantizado en la Constitución.
«900.000 compatriotas, ya los tenemos con cédula de identidad y todo, y eso significó que la brecha fuera más corta, la brecha pudo haber sido buena o más buena», dijo Maduro, en referencia a que ganó por apenas 225.000 votos, según los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Vicente Díaz, uno de los cinco rectores principales del CNE, calificó de «falsa y criminal» la declaración de Maduro y lo acusó de incurrir en una «coacción pública», según escribió en su cuenta en Twitter. El rector dijo la semana pasada que exigiría a las otras cuatro rectoras del CNE «un pronunciamiento público desmintiendo y protestando la afirmación» del presidente venezolano, lo que hasta ahora no ha ocurrido. EFE