La Biblia nos enseña, que Jesucristo es el único Salvador que tenemos los seres humanos y que sólo su sacrificio en la cruz, nos garantiza el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
En el libro de Hechos, capítulo 4 versículo 12 podemos leer: “de hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos”.
Tristemente numerosas personas niegan esta verdad y al momento de enfrentar dificultades o situaciones dolorosas, en lugar de buscar a Cristo dirigen sus pasos hacia otras creencias, costumbres o doctrinas que los llevan al infierno, los alejan de Dios y endurecen sus corazones de tal manera, que rechazan al único Salvador, el Hijo de Dios.
En las Sagradas Escrituras podemos leer en el evangelio de Juan, capítulo 8 versículo 24, que Jesucristo dice: “por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán”.
El Padre Celestial nos dio una oportunidad de salvación a través de su Hijo y eso es lo que nunca debemos olvidar.
La salvación no se compra ni se gana con obras, el ser bueno no lleva al cielo, el único camino al cielo es Jesucristo y el Padre nos dice que sólo a través de Él podemos alcanzar su perdón.
“Porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo”, dice el apóstol Pablo en el versículo 11 capítulo 3 de la primera epístola a los Corintios.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
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