La gente en las calles reclama que la política de austeridad, exigida por los prestamistas de la nación lusitana, ha agravado considerablemente la recesión y el desempleo
LISBOA – Miles de personas se manifestaron ayer en Lisboa, cerca del palacio presidencial, para reclamar la dimisión del gobierno, cuya c.
«Cambiar de política», «el gobierno fuera», «en contra de la explotación y del empobrecimiento», eran las principales consignas de la manifestación convocada por la CGTP, el principal sindicato portugués que había fletado varias decenas de autobuses para traer a sus simpatizantes hasta la capital.
«Hay que hacer todo lo que está a nuestro alcance para deshacernos de este gobierno», declaró el secretario general de la CGTP, Armenio Carlos.
La manifestación contaba con el apoyo del movimiento apolítico «Que se lixe a troika» (Que se vaya al infierno la troika) que en marzo pasado reunió contra la austeridad a cientos de miles de personas a través de Portugal.
«La austeridad castiga a los pobres pero beneficia a los ricos» y «Ladrones, ladrones» eran los mensajes que se podían leer en pequeños carteles con el retrato del primer ministro Pedro Passos Coelho, agitados por los manifestantes, muchos de ellos funcionarios, desempleados y jubilados.
En contexto
El presidente Anibal Cavaco Silva, cuyo papel es esencialmente protocolario, puede disolver el Parlamento y convocar elecciones legislativas anticipadas, como lo desean actualmente el 57% de los portugueses, según un sondeo, publicado el sábado por el diario Publico.
El descontento social se reforzó tras el anuncio, a principios de mayo, de un nuevo plan de ajuste que incluye el aplazamiento de 65 a 66 años de la edad de jubilación, la supresión de 30.000 puestos de funcionarios de los casi 700.000 y la prolongación de su horas laborales semanales de 35 a 40 horas.
Ante estas críticas, el gobierno avanzó recientemente medidas destinadas a favorecer el crecimiento y el empleo y entre otros un «super crédito de impuestos» del 20% para las empresas que invierten.
Pero la economía de Portugal, que desde mayo de 2011 se beneficia de un plan de rescate de 78.000 millones de euros, debe retroceder del 2,3% de aquí a finales de año, cuando el desempleo debe alcanzar la tasa récord del 18,2%.
Habla el pueblo
«El gobierno tiene que dimitir ya», declaraba Maria, una lisboeta de 57 años, sin empleo desde hace meses, al igual que su marido y su hija. «Hemos venido a Lisboa para decir ‘basta’. El gobierno corta todo, incluso las jubilaciones. El presidente tiene que echarlo», añadía Antonio Amoreira, venido de Porto, la gran cuidad del norte del país