El presidente del PC, Guillermo Teillie, aseguró que les «han abierto las puertas para intervenir» en la elaboración del programa de la ex mandataria y que aún no han decidido si participarán en un posible Gobierno
SANTIAGO DE CHILE. La ex mandataria y precandidata presidencial chilena Michelle Bachelet negó ayer que esté realizando un giro a la izquierda después de haber recibido el apoyo del Partido Comunista (PC), tal como sugirió el actual presidente, Sebastián Piñera. «No ha habido ni un giro a la derecha ni a la izquierda, sino un giro a la ciudadanía», replicó hoy Bachelet tras recibir en la sede de su comando electoral al presidente del PC, Guillermo Teillier, y a su secretario general, Lautaro Carmona. A la salida del encuentro, Teillier aseguró que les «han abierto las puertas para intervenir» en la elaboración del programa de Bachelet y que aún no han decidido si participarán en un posible Gobierno. «Nos reservamos a participar del Gobierno», apuntó. El Partido Comunista anunció el pasado sábado que respaldará formalmente la candidatura de Bachelet, favorita en los sondeos, de cara a las primarias de la oposición que se celebrarán el 30 de junio para definir su candidato en las presidenciales de noviembre. Ayer, el presidente Piñera, en una entrevista a medios, criticó el «brusco giro a la izquierda de la Concertación» y consideró que «el PC no ha hecho nunca una contribución positiva al bienestar en ninguna parte del mundo».
Promesas
Entre las promesas de Bachelet está avanzar hacia la gratuidad en la educación y evaluar si se elabora una nueva Constitución. La exmandataria (2006-2010) cuenta ya con el apoyo del Partido Socialista y del Partido por la Democracia, dos de los cuatro que forman la Concertación -la coalición de centroizquierda que gobernó entre 1990 y 2010-, además del Movimiento Amplio Social, próximo al chavismo. Bachelet deberá enfrentarse en las primarias a los candidatos de los otros dos partidos de la Concertación, José Antonio Gómez, del Partido Radical Socialdemócrata, y Claudio Orrego, de la Democracia Cristiana, así como a su exministro de Hacienda, el independiente Andrés Velasco. Mientras Gómez aspiraba a obtener el apoyo del PC a su candidatura, que cuenta con escasas probabilidades de éxito (1 % en los sondeos), Orrego y Velasco han criticado a Bachelet y han adelantado que ellos no estarían dispuestos a gobernar con los comunistas. Es precisamente en la Democracia Cristiana, integrante de la Concertación, donde más incomoda el apoyo del PC, con el que tienen serias divergencias por la defensa que estos hacen de los gobiernos de Cuba, China e, incluso, Venezuela y Bolivia. A nivel interno, la brecha entre ambos partidos se abrió durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet, con el que algunos sectores de la Democracia Cristiana fueron al principio complacientes.
El PC, en tanto, decidió en los años 80 recurrir a la lucha armada a través del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y fue precisamente Teillier, como miembro de esa agrupación, quien ordenó en 1986 el fallido atentado contra Pinochet, según él mismo confesó. Desde el retorno a la democracia, el PC, que suele recibir alrededor del 5 % de los votos, ha estado en la oposición y en los comicios presidenciales ha apoyado al candidato de la Concertación en segunda vuelta.
Recién en 2009 alcanzaron un acuerdo con esa coalición que les permitió obtener tres escaños de diputados y volver al Congreso tras 37 años de ausencia. Ahora buscan que el bloque opositor les ceda nuevos cupos para el Parlamento, incluido uno que evite que la exlíder estudiantil Camila Vallejo, candidata a diputada por el PC, tenga que medirse en primarias contra otros candidatos de la centroizquierda.
Agencias