Aunque ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de los estallidos, insurgentes musulmanes suníes y el ala iraquí de Al Qaeda han incrementado los ataques desde el comienzo del año y suelen apuntar contra distritos chiíes para intentar expandir la confrontación sectaria
Más de 70 personas perdieron la vida el lunes en Bagdad durante una ola de ataques en mercados de vecindarios chiíes, avivando el temor de que Irak vuelva a caer en un conflicto sectario mayor.
Aunque ningún grupo se adjudicó la responsabilidad de los estallidos, insurgentes musulmanes suníes y el ala iraquí de Al Qaeda han incrementado los ataques desde el comienzo del año y suelen apuntar contra distritos chiíes para intentar expandir la confrontación sectaria.
Al menos 11 explosiones se produjeron en mercados concurridos y zonas comerciales de distritos de la capital iraquí, incluido el estallido de dos bombas a varios cientos de metros de diferencia que causaron la muerte de 13 personas en la zona de la ciudad Sáder, dijeron la policía y médicos.
«Un conductor chocó con otro automóvil y se fue simulando que traería a un policía de tráfico. Otro coche llegó para alejarlo del lugar, justo después de que su vehículo estallara en medio de las personas que se habían acercado a ver lo que estaba pasando», dijo el transeúnte Hassan Kadhim.
«Las personas gritaban pidiendo ayuda y la sangre les cubría la cara», relató.
El aumento de las bombas a mezquitas chiíes y suníes y los ataques contra fuerzas de seguridad y líderes tribales está profundizando las preocupaciones de que Irak pueda volver a escalar hacia las matanzas que provocaron miles de víctimas entre 2006 y 2007 en el marco del enfrentamiento chií-suní.
La tensión entre el Gobierno chií y la minoría suní del país se encuentra en su peor nivel desde que las tropas estadounidenses abandonaron Irak en diciembre de 2011. El conflicto en Siria también está deteriorando el frágil equilibrio comunal.
Más de 700 personas han perdido la vida en ataques desde abril en Irak, según estimaciones de Naciones Unidas, la mayor cifra mensual en casi cinco años. En lo que va de mayo, unas 300 personas han muerto en actos violentos.
Miles se suníes comenzaron a salir a las calles a protestar a finales de diciembre en contra del primer ministro Nuri al-Maliki, un chií al que acusan de marginar a la comunidad musulmana suní después de la caída de Sadam Husein tras la invasión de 2003.
La última ola de violencia comenzó en abril, después de un operativo del Ejército iraquí contra un campamento de protesta suní en la localidad de Hawija, el cual generó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y más atentados.