Guaco, Desorden Público y Oscarcito encabezaron la lista de los más galardonados
La música venezolana por fin le hizo gala a su variedad y exotismo, del que tanto se habla pero tan contadas veces se aprecia en profundidad. No fue únicamente esa que se construye con arpa, cuatro y maracas y habla de la inmensidad de la geografía nacional. Tampoco estuvo representada sólo por las viscerales rimas de un artista urbano. No fue nada más joropo ni merengue. Tampoco ska, funk, pop o rock. Fue todo eso junto y mucho más. Pepsi volteó la mirada hacia los músicos. Vio en ellos un producto atractivo y, al mismo tiempo, un talento que merece promoción. Por ello creó una academia, conformada por 200 artistas, productores, periodistas e involucrados con el arte y el negocio, y se decidió por 57 categorías que buscan, sobre todo, abarcar el espectro de posibilidades que ofrece el país.
Tal como ocurre con los Grammy, el pasado lunes se conocieron en una ceremonia privada los ganadores en 44 renglones. Y anoche la sala de convenciones del hotel Eurobuilding de Caracas se convirtió en un estudio de televisión, en el que se grabó una gala que fue transmitida ayer a las 7:00 pm a través de la señal de Televen, en la que se entregaron 13 galardones, sin incluir la sorpresa de la noche: un Pepsi Music a la trayectoria artística de María Teresa Chacín.
No hubo distinciones
Salvo Oscarcito, que pasaba de un lado a otro protegido por guardaespaldas, por la misma alfombra azul desfilaron cultores de todo género en igualdad de condiciones. En las mismas sillas estaba Malanga y, un poco más allá, Nelson Arrieta. Toberías convivió con Chino y Nacho; Yordano con Andrea Lacoste; Kiara con La Vida Bohème; y Diveana con Viniloversus.
La producción, a cargo del cineasta Pablo Croce, elevó el grado de espectacularidad de cada propuesta. Así como Caramelos de Cianuro cantó “La casa” y “Rubia sol, morena luna” apoyado en un traje tecnológico sorprendente, Eddy Marcano interpretó “El violinista oriental”, pieza folclórica del neoespartano Beto Valderrama, realzado por luces y pantallas. Actuaron –algunos en directo y otros sobre pistas– Guaco, Rawayana, Víctor Muñoz, Daniel Huen, Gáelica, Alfred Gómez Jr., Los Paranoias y Samsara. Sin embargo, la presentación más ovacionada fue la de Rafael “Pollo” Brito con C4 Trío. El ensamble de cuatristas, perteneciente a la Movida Acústica Urbana, hizo su habitual número de cuerdas y cautivó. Además, salió del lugar con tres premios, dos de ellos por su colaboración con Gualberto Ibarreto. Guaco fue el máximo ganador de la noche. Fue el Artista del Año y, en suma, recibió siete trofeos –en forma de audífonos futuristas– por su álbum Escultura y su sencillo “Vivo”. Desorden Público también triunfó en 5 casillas, incluida la de Mejor Artista Ska/Reggae. Oscarcito obtuvo la misma cantidad y Famasloop arrasó en los apartados de música electrónica.
La gala fue presentada por Ramón Castro y Érika De La Vega, quienes estuvieron constantemente citando referencias de la cultura pop venezolana de décadas pasadas. Así presentaron a Mirla Castellanos y Henry Stephen y luego a Jorge Spiteri y Rudy Márquez. Y también a Anaís Vivas, que ganó el Pepsi Music al Mejor Artista Femenino y le rindió un homenaje a figuras fallecidas como Aldemaro Romero, Felipe Pirela, Alfredo Sadel, Cayayo Troconis, Alí Primera, Raúl Abzueta, Sir Augusto Ramírez y Líbero Laizzo, fundador de los Pepsi Music que fue asesinado el año pasado. MCKlopedia fue el Mejor Artista Hip Hop y demostró su extraordinaria capacidad para improvisar. Holy Sexy Bastards fueron el Artista Revelación del Año, a pesar de que canta en inglés. Y Sergio Pérez presentó un premio con Caridad Canelón. Todos tuvieron cabida. Quien lo dude, que sintonice Televen esta noche.
Agencias