Hace pocos días, Nicolás Maduro anunció que luego de transacciones comerciales hechas por el gobierno central, próximamente llegarán a Venezuela alimentos provenientes de otros países de América Latina y China, con el fin de surtir los abastos Bicentenario. Igualmente, el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, aseguró recientemente que nuestra nación importará 50 millones de rollos de papel higiénico.
Casi la mitad del arroz y la carne que comemos son importados. Algo similar ocurre con el azúcar. Ante tal situación, uno se pregunta: ¿Cómo es posible que un país tan lleno de riquezas tenga que traer de afuera tantos productos? El gobierno se jacta de decir que defiende la “Soberanía alimentaria”, pero los hechos parecen indicar todo lo contrario. El pueblo es sabio. No hay que ser un erudito o experto en esta materia para ver que hay un problema. Sólo con ir al mercado nos podemos dar cuenta de la dificultad que existe para conseguir algunos alimentos.
El gobierno actual atribuye las complicaciones que han surgido a que hay acaparadores. Como siempre, culpando a otros de sus males. Puede que haya quien cometa ese delito, pero no es la mayoría de los comerciantes. Lo innegable es la dificultad que éstos tienen para conseguir divisas. Con tanta inestabilidad económica, política y social, cualquier empresa puede tener pérdidas y al no ser rentable su negocio, tiene la obligación de desmejorar su calidad o bajar la Santamaría.
Ante tantos obstáculos, sumados a la inseguridad jurídica y personal existente, cualquiera se la piensa bien antes de invertir en Venezuela.
En la medida que haya progreso y bienestar, habrá avance. ¿Cómo puede irse solucionando esto? Lo hemos dicho desde Primero Justicia: Aprobando una Ley del Impulso a la Producción Nacional. Un gobierno interesado en solventar la situación, en vez de acusar a los empresarios de todo lo negativo que pasa en el país, debe sentarse con ellos, sin amenazas ni coacciones, para entre todos, sacar adelante este tema.
Productos alimenticios hechos en Venezuela es lo que deseamos. Estimulando la producción nacional, se genera mayor cantidad de empleos. Garantizando el respeto a la propiedad privada, los empresarios pequeños, medianos y grandes, tendrán más confianza y la confianza atrae la inversión, tanto la nacional como la extranjera. Nuestro deber es construir una sociedad de gente emprendedora.
¡Todos somos responsables de todos! Nos corresponde luchar por un país en el que pasen cosas buenas. Es el deber de todos.
Miembro de Primero Justicia Petare
Luis Eduardo Manzano
Twitter: @manzanoluis