El vicepresidente chino, Li Yuanchao, se reunió hoy en Pekín con el ministro de Petróleo y Minas de Venezuela, Rafael Ramírez, a quien aseguró que la cooperación energética es «clave» en las relaciones económicas entre ambos países.
Según informa la agencia oficial Xinhua, Li dijo que las dos naciones «necesitan desarrollar los acuerdos actuales y llevar las relaciones entre China y Venezuela a un nivel superior».
Se espera que durante el encuentro ambos hayan negociado los términos finales de financiación de 4.000 millones de dólares que China había comprometido para incrementar la producción de Sinovesa, una empresa chino-venezolana que opera en la rica Faja Petrolífera del Orinoco.
Así lo aseguró el propio ministro venezolano durante la visita conjunta que ambos realizaron a la sede de la Petrolera Sinovesa a mediados de mayo, en el marco de una gira del líder chino por Venezuela y Argentina. La estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) tiene el 60 % accionarial y la China National Petroleum Company el 40 % restante en Sonovesa, que actualmente produce unos 140.000 barriles diarios.
Hoy, Ramírez, según recoge Xinhua, manifestó su esperanza en que se impulsen las visitas de alto nivel y en que se expanda la cooperación bilateral en todos los campos «para beneficio mutuo». Según anunció el propio ministro durante la visita de Li en mayo, Venezuela ha exportado este año 626.000 barriles diarios de crudo a China, país del que quiere ser un suministrador «confiable».
Li también firmó durante su estancia cuatro acuerdos en las áreas de tecnología, infraestructura, explotación de hidrocarburos y minería con el nuevo presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La muerte de Hugo Chávez en marzo supuso un varapalo para las relaciones entre China y Venezuela, protegidas por el trato preferencial que el ex presidente daba a Pekín. Desde entonces, el Gobierno del país asiático ha manifestado en varias ocasiones su deseo de mantener la buena sintonía con el nuevo mandatario.
Las exportaciones de petróleo de Venezuela, alzado como uno de los cuatro principales socios latinoamericanos de Pekín, se han multiplicado por diez en los últimos cinco años, mientras las del país latinoamericano a EEUU son ahora un tercio de lo que eran la década anterior. EFE