Llámelo comunismo, llámelo socialismo, póngale el nombre que mejor le parezca. Lo cierto es que bajo el sistema implementado por el finado Hugo Chávez y continuado por sus sucesores designados, el país languidece a paso de vencedores.
El tema de esta semana en la opinión pública es las garras del racionamiento que empiezan a asomar con nombre y apellido, en forma de cartilla electrónica en el estado Zulia. La comida no alcanza para todos los venezolanos, así de sencillo.
Y el hecho de que un gobierno tenga que racionar la comida a sus ciudadanos es la confesión de fracaso más grande que pueda hacer administración alguna. Un régimen que no ha sido capaz de estimular la producción nacional, que no puede garantizar los medios para que a sus ciudadanos les llegue la comida en las cantidades que demanda y necesita. Porque ni siquiera importándolo lo logran, no olvidemos el affaire Pdval.
El gobernador Arias Cárdenas disculpa el polémico plan con la excusa de que se estaría evitando el contrabando de alimentos hacia Colombia. Otra confesión del fracaso gubernamental: ¿dónde están los necesarios controles fronterizos al respecto? Es como tener una herida en el brazo y hacerse un torniquete en la pierna.
El talante punitivo del régimen se hace presente una vez más: prohibir, sancionar, perseguir, castigar. Pero no a los delincuentes, sino a los ciudadanos. Empeñarse en criterios de medianía para dirigir una nación, no puede tener otro resultado sino este.
Una vez más tenemos el dudoso honor de ser el hazmerreír de la prensa mundial. La bloguera cubana Yoani Sánchez escribió al respecto en su cuenta twitter: “En #Venezuela se ensaya racionamiento para 20 productos escasos. En #Cuba al menos 3 generaciones hemos nacido y crecido con la ‘libreta’». La Nación de Argentina titula: “Venezuela instala un sistema de racionamiento ante la crisis“. Por su parte, el titular del Miami Herald es “Venezuela aplica política de racionamiento” y el de ABC de España: “Los venezolanos empiezan a sufrir la escasez de papel higiénico, pollo, huevos y leche en polvo”.
Hace rato parecemos estar en un callejón sin salida, y esta noticia solamente nos adentra más en el mismo. Con el tragicómico agravante de que la solución es sencilla y está en manos de quienes hoy gobiernan: se trata de deponer la terquedad, de pensar en colectivo y en el bien del país. De tocar la puerta de quienes conocen, de quienes saben, de quienes producen porque les interesa la nación. Pero la trampa de egos, ambiciones y torpezas luce demasiado grande. Los intereses oscuros y antipatrióticos que sumergen a los venezolanos en la escasez son inescrutables. Cuando en un futuro se hable de traición a la patria, este episodio debe encabezar la lista.
Coordinador nacional de Independientes por el Progreso
Noel Alvarez
Twitter: @alvareznv