Grupos ecológicos, pescadores y operadores turísticos protestaron en reiteradas oportunidades, pero no fueron escuchados
Desde hace seis años los pescadores y operadores turísticos de Puerto Francés, llevan en sus hombros la responsabilidad de un muelle que poco a poco se ha ido deteriorando sin que ninguna institución se ocupe, con al menos el mantenimiento, en honor a la imagen turística para lo cual se construyo.
Cincuenta años lleva la comunidad pesquera de Puerto Francés instalados en las orillas de esta hermosa playa a mar abierto, y a quienes no escucharon cuando se hizo la inversión del imponente muelle, que además de estar a punto de caer por el estado en que se encuentran los elementos de su estructura.
El abandono y la falta de movimiento turístico en el lugar ha sido causa que muchachos no midan el peligro. La imprudencia hace que realicen clavados desde lo alto del muelle, provocando graves lesiones a temporadistas, quienes sufren diversas patologías medicas que van desde una cortada hasta la fractura de columna, enfrentándose a la muerte.
Muchas son las denuncias que reposan en la página web de la Asamblea Nacional, entre ellas una denuncia que viene dada en razón de que los pescadores artesanos de Puerto Francés alegaban en el tiempo de su construcción, hace pocos años que el sitio donde está el muelle “fue escogido sin ningún estudio serio”, que el mismo fungía como entorno de la ranchería donde habitaba un sexagenario pescador, con sus hijos, nietos y bisnietos, a los que se les destruyeron muchas de sus pertenencias.
Llamados no fueron escuchados
Grupos ecológicos, pescadores y operadores turísticos protestaron reiteradas veces, pero no fueron escuchados. Mientras tanto el ingeniero contratista del muelle cuestionado, Nelson Zapata, planteó que en principio se hizo un primer estudio donde aquél se iba a construir hacia los arrecifes, pero, posteriormente, se observó que el pilote no entraba por la cantidad de piedras y que además, en caso de mar de leva, éste padecería su destrucción definitiva, “por ello la razón de la altura”, aclaró en su momento. Los tubos, se forraron con plástico permeable y la madera es pardillo, recalcaron que también construirían unas barandas de protección.
Temporadista lo usa con temor
Actualmente la mitad de las barandas de protección, han desaparecido podridas o comidas por el salitre, el piso de madera de pardillo, ha ido quedando al aire libre porque las tablas han sufrido el mismo destino y la punta del muelle esta carcomido por el salitre en su totalidad, ocasionando que los turistas viajen a Caracolito desde allí, con mucho temor de bajar por las escaleras podridas y comidas por el mar por lo que los pescadores y operadores turísticos han tenido que improvisar escalones, que atentan con romperse de un momento a otro.
Preocupación
Los operadores turísticos ya están cansados de denunciar el peligro del muelle «nos obligaron a aceptar este muelle y de paso lo dejaron abandonado y a la deriva sin ningún mantenimiento» dijeron los afectados.
Inseguridad
Los operadores turísticos mostraron su preocupación porque además Puerto Francés no cuenta con ninguna seguridad durante los fines de semana «ni Puerto Francés ni Caracolito existimos para los cuerpos de seguridad, sin embargo para aplicarnos la ley de costa cobrándonos altos impuestos y multas, si existimos. Todos los fines de semana debemos pelear con los mesoneros que revenden nuestra comida, sin que nadie haga nada. Cuando nos visitan los Guardias es para pasar el día bajo una matica jugando con el teléfono y sin poner orden de ningún tipo» dijo Carmen Rivas operadora de Caracolito quien mostro su preocupación por la inseguridad reinante en la zona «somos los que operamos en estas playas los que nos arriesgamos a poner el orden, recientemente fui amenazada por un mesonero» agrego Rivas.
–barlocom