Venezuela es el único país del mundo donde una representante del poder electoral tiene el desparpajo de decir que los muertos votan, pero eso no representa “motivo de alarma”. Un país donde las recientes elecciones se definieron por un poco más de un punto porcentual, pero a las autoridades electorales no les importa que voten miles de fallecidos. Tan solo el Comando Simón Bolívar ha recibido más de 200 mil denuncias con soporte, pero al parecer eso no es prioridad. El dicho de moda hoy es “los muertos votan, los vivos gozan”, sabemos quienes se las dan de vivos, pero se quedaran con las ganas.
Mientras las rectoras del CNE reconocen que votan los muertos, les ponen trabas a los jóvenes para inscribirse ¿Puede entender alguien esto? Esta semana escuchamos a la rectora Sandra Oblitas decir con gran orgullo que el número de personas fuera del registro electoral es solo 3%. ¿Debemos felicitarla rectora Oblitas? Si de acuerdo a sus propias cifras eso representa más de 770 mil venezolanos. Estamos hablando de casi cuatro veces la diferencia, según el CNE, de las pasadas elecciones presidenciales.
Nosotros pudiéramos entender que algunos, conociendo el nuevo mapa electoral venezolano, le tengan miedo a la participación, pero deben tomarse una manzanilla y al menos guardar las apariencias. Dejen que la gente se inscriba ¿Y por que decimos dejen? Porque ustedes nos dicen en esta nota de prensa que ha comenzado el proceso de inscripciones desde el 01 de junio y ni en la página del CNE tienen la ubicación de los puntos. Nota que por cierto parece un calco de la que publicó el CNE en enero.
No le estamos pidiendo algo del otro mundo estimadas rectoras, es básico lo que queremos: Más tiempo, más puntos y más información. Eso se traduce en mayor participación, un razonamiento que lo entiende hasta un niño de 3 años.
Si uno ve los antecedentes de antiguos procesos de inscripción, se da cuenta que lo que hay aquí es desgano, sabemos tienen el periodo vencido algunos, pero no es motivo para dejar de trabajar. En las elecciones Parlamentarias de 2010 se habilitaron 2200 puntos por tres meses, en las elecciones presidenciales de 2012 fueron 1300 puntos por nueve meses y ahorita para elecciones municipales 150 puntos por tan solo 21 días.
Se deben inscribir 37 mil personas diarias para cumplir con la meta. Los tiempos no dan, ustedes no han convocado oficialmente las elecciones, lo hacen el 11 de este mes, así que no nos digan no hay tiempo. El RE debe cerrar el 7 de junio, hay chance, le estamos dando hasta una ñapa para que terminen de una vez por todas de depurar el registro electoral.
Es una obligación moral, hay electores que no han podido migrar desde abril desde 2012, que quieren votar y no lo han podido hacer. Esa gente no es menos venezolana que los candidatos del PSUV a los que sí se les ha permitido hacerlo.
Esperamos la rectora Sandra Oblitas pueda responder la comunicación que le enviamos esta semana. Sabemos que quizás tiene sus ojos sobre su candidatura a la presidencia del CNE, pero estos hechos no deben olvidarse. Seguimos creyendo en el voto como el camino para lograr los cambios, por eso nuestro llamado aquellos jóvenes que no se han inscritos en el Registro Electoral es a que lo hagan, vamos a garantizar su derecho para que todos podamos decidir el futuro del país. Tenemos la obligación de elegir este próximo 8 de diciembre a los alcaldes que merecemos. Que se olviden los vivos de sus trampas, votaremos masivamente aunque pongan trabas.
Brian Fincheltub
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