La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, describió las reuniones como «rutinarias» y centradas en «una variedad de asuntos», pero reconoció que la situación en Siria «se está deteriorando»
EE. UU. La Casa Blanca inició ayer una serie de reuniones de altos funcionarios estadounidenses para tratar del conflicto en Siria, con una agenda que, según fuentes, incluye la posibilidad de enviar armas letales a los rebeldes. El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, ha pospuesto un viaje que debía iniciar hoy a Oriente Próximo para asistir a las reuniones, confirmó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. «El secretario de Estado ha tomado la decisión de permanecer en Washington la primera mitad de esta semana» para «asesorar al presidente y trabajar con el equipo de seguridad nacional», señaló Psaki. La portavoz describió las reuniones como «rutinarias» y centradas en «una variedad de asuntos», pero reconoció que la situación en Siria «se está deteriorando», especialmente tras la reciente toma de la localidad de Al Qusayr por tropas gubernamentales. «Estamos mirando más de cerca a qué podemos hacer para ayudar a la oposición siria», afirmó Psaki.
En términos similares se pronunció el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien se limitó a indicar que «desde hace un tiempo» la mansión presidencial mantiene «reuniones periódicas sobre las opciones» que tiene el presidente Barack Obama ante el conflicto.
Posibilidad
Según fuentes, que cita a funcionarios estadounidenses, Obama se inclina cada vez más por la posibilidad de proporcionar armas a los elementos de la oposición siria que cumplan una serie de requisitos. Esa posibilidad, junto a la menos probable de crear una zona de exclusión aérea, se debatirá en las reuniones de esta semana, y es posible que haya una decisión al respecto antes de que termine la misma. El Gobierno de Obama ha intensificado la revisión de sus opciones militares desde abril, cuando el Pentágono indicó que había detectado el uso de armas químicas en Siria, algo que Estados Unidos aún investiga. Obama ha alertado en varias ocasiones de que si se confirma el uso de armas químicas en Siria eso supondrá para EE. UU. cruzar «una línea roja» y obligará a tomar decisiones al respecto. Psaki confirmó ayer que el Gobierno de Obama aún evalúa «todas las opciones» excepto la de enviar tropas estadounidenses a Siria. El senador republicano John McCain, que visitó Siria a finales de mayo, aboga desde hace meses por pasar a la asistencia con armas y hace unas semanas el Comité de Relaciones de Exteriores del Senado aprobó una medida que contempla autorizar al Gobierno a proporcionar armas ligeras y capacitación a los grupos rebeldes sirios. El senador demócrata Bob Corker envió ayer una carta a Obama en la que le pide tener en cuenta el apoyo en el Senado a esa legislación «mientras enfrenta una decisión política crucial sobre Siria esta semana».
Agencias