Una mujer sirvió de señuelo para que asaltaran a Ronald Almarza (27) en San Agustín del Norte. Frente a su residencia en Palo Verde, ultimaron a un joven para despojarlo de su reloj
Una mujer sirvió de señuelo para que mataran a Ronald José Almarza De Avila (27), y le quitaran los 7 mil bolívares que se ganó el domingo en un remate de caballos, en San Agustín del Norte.
El comerciante vivía en Santa Teresa del Tuy, estado Miranda, con su hermana Solesmy Almarza, pero por razones de trabajo (vendía ropa y zapatos) se desenvolvía en Caracas y frecuentaba la zona donde vive su madre.
El domingo fue a “tomar y jugar caballos”, en Las Siete Puertas, cerca de la avenida Lecuna. Salió muy alegre porque ganó en las apuestas, y se fue para un hotel con una mujer.
Los amigos cuentan que no la conocen. Almarza regresó con la mujer, a quien le sacó de la blusa el dinero que le había robado cuando estaban en la habitación, la despidió y se quedó conversando con un amigo frente a una cauchera que está al lado del remate.
Eran como las 9 de la noche, llegaron dos hombres en una moto, el parrillero le disparó y le quitó el dinero. El amigo de Almarza recibió un tiro en una pierna.
-Pido justicia por mi hermano y todos los que mueren. Ya no se puede salir, hasta por un teléfono te matan.- Dijo Solesmy Almarza, hermana menor del comerciante, quien fue ingresado a la morgue con el número 142 del mes de junio.
47 cuerpos en la morgue
A menos de 500 metros del módulo del Plan Patria Segura, frente a las residencias José Gregorio Hernández, de Palo Verde, entrada a la zona 1 del barrio José Félix Ribas, mataron a Anthony José Martínez Ruiz (28), para robarle el reloj marca Technomarine.
A las 3 de la tarde del domingo Martínez salió del edificio, donde vivía, acompañado por su amigo Cheo, y estando junto a la reja los sorprendieron dos hombres en moto que los iban a asaltar.
Martínez corrió para esconderse debajo de un carro, pero fue alcanzado por los disparos y cayó al piso. Su brazo derecho quedó al descubierto, el maleante le arrebató el reloj y no se llevó el celular que el joven tenía en la otra mano porque le quedó debajo del cuerpo. Al amigo lo despojaron del teléfono y le dieron un tiro en una pierna.
Johan Martínez dijo que su hermano trabajaba como su ayudante en la distribución de productos lácteos.
-La delincuencia está desatada. Pido justicia, aunque se que no la habrá.
Martínez no confía en que haya justicia para la gente pobre, pero “si fuera una persona de alto calibre, llegan rápido y encuentran a los culpables”.
AA