Familiares de los privados de libertad se mantienen en zozobra porque no les informan sobre el estado de salud de sus parientes; mientras que residentes de la zona temen ser víctimas de balas perdidas, A cuatro días de tensa situación en el reclusorio no se concretan encuentros con autoridades e internos
Ayer en la tarde continuaban los enfrentamientos entres presos y efectivos de la Guardia Nacional dentro del Complejo Penitenciario Yare, situado en el municipio Simón Bolívar, el cual se inició el pasado lunes. Hasta las 3:00 de la tarde no se había reportado ningún fallecido, según lo comentado por voceros de los privados de libertad. Pero al cierre de este edición se pudo conocer sobre el deceso de un elemento apodado “El Coreano”, mientras que el presunto deceso de otros tres más en el área de los talleres el pasado martes, no ha podido ser verificado.
Explicó uno de los internos vía telefónica, que el conflicto se originó luego que el pasado lunes uno de los llamados “barones”, saliera en libertad y detonara un arma de fuego, lo que es habitual cuando algún reo se va a la calle. Al parecer esto disgustó a los efectivos militares que en la noche, dispararon en contra de la población penal, originándose la balacera.
Señaló que lograron hablar con los directivos del penal y éstos prometieron conversar con los efectivos de la Guardia Nacional para que cesaran los disparos, lo cual no se concretó y ayer en la mañana llegaron a acuerdos con los funcionarios militares para terminar los enfrentamientos. “Cuando todo parecía estar controlado, la población penal salió al patio y uno de los “verde” disparó e hirió en la pierna a un preso y nuevamente se reactivó la balacera”, dijo el interno.
Comentó que se produjo el deceso de uno de los privados de libertad, de nombre “José Gregorio”.
Lo cierto es que pasadas las seis de la tarde de ayer se mantenía el tiroteo dentro del penal y se recibieron decenas de llamadas telefónicas de familias de diferentes comunidades de San Antonio de Yare, que denunciaban que las balas perdidas estaban penetrando por las puertas, ventanas y paredes de sus viviendas.
A través de este medio pidieron a las autoridades del penal controlar la situación, ya que temen ser víctimas de una bala perdida.
Por su parte familiares de los privados de libertad también solicitaron el cese al fuego, que se les informe cual es el estado de salud de sus parientes, y se reanude la visita, suspendida hasta nuevo aviso.
Traslados
Entre tanto el Tcnel. Rafael Rodríguez Sánchez, Jefe del Destacamento No. 57, informó que 20 internos del penal de Yare III fueron trasladados a tribunales de Miranda y Caracas.
Asimismo señaló que en la mañana de ayer salieron en libertad dos presos, uno estaba por droga y el otro por porte ilícito de arma de fuego, al tiempo que aseguró que no se han producido fallecidos durante las balaceras, “y los pastores no han sacado ningún reo herido”.
Zozobra vecinal
Residentes de las comunidades de San Antonio, adyacente a los penales Yare I, II y III, solicitan la eliminación de este complejo penitenciario de la zona, producto de la zozobra que viven debido a los continuos enfrentamientos. “Las balas llegan hasta nuestros hogares y no podemos enviar a nuestros hijos a los colegios por miedo, porque hasta allá llegan los proyectiles”, dijo una de las vecinas.
Destacó que existen 33 consejos comunales que conforman las comunas Cacique Yare e Indios Quiriquiri y todas estas comunidades están perjudicadas con las balaceras. “Queremos paz y nuestro barrio tricolor. Nacimos y crecimos en este sector y fuimos invadidos para construir el penal. Queremos retornar a la siembra de nuestras parcelas, lo cual ya no podemos hacer con tranquilidad”, dijo la informante.
Solicitó la intervención del presidente Nicolás Maduro, para que gestione el traslado de este recinto carcelario a una zona no urbanizada, “antes que se produzca la muerte de algún residente de cualquier comunidad, bien por una bala perdida, subida de tensión o por los nervios”.
Apuntó la declarante, que consideran a los privados de libertad y a sus familiares, porque son seres humanos, “pero nosotros no tenemos que pagar las consecuencias de sus errores”.
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