Plataforma Deltana, un proyecto para la extracción y licuefacción de gas en aguas venezolanas cerca de la frontera marítima con Trinidad y Tobago, cuenta con unos 7 billones de pies cúbicos de gas (TCF) de reservas probadas
La petrolera estatal YPF seunirá a la estadounidense Chevron y Pdvsa en un largamente demorado proyecto costa afuera que le permitiría llevar gas natural licuado a Argentina, dijo ayer el ministro de Petróleo y Minería del país socio de la OPEP, Rafael Ramírez.
Plataforma Deltana, un proyecto para la extracción y licuefacción de gas en aguas venezolanas cerca de la frontera marítima con Trinidad y Tobago, cuenta con unos 7 billones de pies cúbicos de gas (TCF) de reservas probadas y el Gobierno del fallecido Hugo Chávez aprobó su comercialidad en el 2010.
Por años, Venezuela ha buscado sin éxito explotar comercialmente sus enormes reservas gasíferas costa afuera, mientras importa de la vecina Colombia unos 150 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) para paliar un déficit de electricidad que demanda cada más volúmenes de combustibles.
Yacimientos maduros
«Primero trabajaremos en yacimientos maduros, pero má simportante es la unificación de esfuerzos en materia de provisión de gas por ser Argentina un país deficitario», dijo en Caracas el presidente de YPF, Miguel Galuccio, tras un encuentro con Ramírez en que se firmaron varios documentos de cooperación.
Argentina importa gas desde Bolivia y Trinidad y continúa aumentando sus pedidos ante un fuerte incremento de su demanda yla persistente caída de la producción de hidrocarburos por lamadurez de sus campos.
El incremento de las compras externas preocupa al Gobierno de Cristina Fernández, que se esfuerza por mantener una balanza comercial superavitaria. Petróleos de Venezuela (PDVSA) exporta diésel a Argentina desde hace una década para su mercado eléctrico y ya culminó la ingeniería básica de un proyecto para instalar una planta de regasificación en ese territorio que le permita exportar gas licuado venezolano.
Expropiación
Argentina expropió en mayo del año pasado el 51 por ciento de YPF que estaba en manos de Repsol, argumentando que la petrolera no había invertido suficiente para evitar la caída de la producción de crudo y gas natural que obligó al país a hacer millonarias importaciones energéticas. Desde entonces, el Gobierno lanzó un ambicioso plan para aumentar la producción, pero hasta el momento sólo logró desacelerar el ritmo de la caída.
Agencias