Todo parece indicar que los Harpe habían sido encarcelados en Tennessee por un crimen que jamás cometieron. Tras salir de prisión, declararon la guerra a toda la humanidad y decidieron robar y asesinar a quienes se cruzaran en su camino
A finales de siglo XVIII los habitantes de los estados de Tennessee, Illinois y Kentucky vivieron aterrorizados por dos hombres que decían ser hermanos: Micajah y Wiley Harpe. Estos sujetos están considerados los primeros asesinos en serie documentados en los Estados Unidos.
Se desconoce realmente el origen de ambos, puesto que no hay ningún registro en Estados Unidos (donde vivieron) ni en Escocia (donde parece que nacieron) que acredite un lugar concreto. También existe controversia sobre si realmente eran hermanos, primos o simplemente amigos. Se cree que Micajah nació en torno a 1768 y que Wiley llegó al mundo dos años más tarde, en 1770.
Pareja homicida
Su historia en territorio norteamericano comienza cuando los Harpe emigraron de Escocia a los Estados Unidos, siendo aún pequeños y se instalaron en Carolina del Norte, sustituyendo sus nombres reales, William y Joshua, por Micajah y Wiley, con los cuales pasaron los registros criminales.
Los Harpe participaron en la Guerra de Independencia de Estados Unidos, pero se pusieron del lado de la Gran Bretaña y mataron unos cuantos patriotas. Micajah era alto, musculoso y solía cargar armas de todos tipos. Wiley era dos años menor, pero ambos eran feroces peleadores y busca pleitos.
Cuando las cosas se pusieron difíciles para las tropas inglesas, los Harpe desertaron. Micajah raptó a una chica llamada María Davidson para hacerla su esposa. Raptaron también a Susan Wood y algunos de sus primeros asesinatos los cometieron contra sus propios hijos, de los cuales mataron cuatro en total.
Wiley se casó legalmente con una mujer llamada Sarah Rice, mientras que Micajah residía con sus dos esposas. Todos vivían en una cabaña en un lugar que después se llamaría Old Maidensville Road. Comenzaron a robar el ganado de sus vecinos y aunque fueron arrestados por eso, se escaparon y se instalaron en un lugar conocido como Cave-in Rock, un paraje montañoso con cavernas, pasadizos subterráneos y que albergaba a algunos de los peores criminales del momento.
Como el lugar se encontraba muy cerca del río Ohio, fácilmente emboscaban los navíos que transitaban por él, robando y asesinando a todas las personas que venían en ellos. En una ocasión, ataron a un hombre desnudo a un caballo y lo enviaron a un despeñadero, donde tanto el caballo como el hombre murieron despedazados.
Luego los Harpe se mudaron a Kentucky y en una ocasión hallaron a una pequeña niña cerca del Green River. La asesinaron destrozándole la cabeza contra la estructura del puente. Luego mataron a un hombre apellidado Johnson, disparándole en la cabeza. No contentos con eso, le abrieron el abdomen y se lo llenaron con rocas para hundirlo en el río, aunque eventualmente el cuerpo se descompuso, las rocas se liberaron y el cuerpo salió a flote.
El recuento de sus crímenes es vago, ya que mataban en terrenos solitarios y los restos a veces no eran descubiertos jamás. Micajah mató a su hijo de cuatro meses, tomándolo por los tobillos y estrellándole la cabeza contra un árbol. Los Harpe no hacían distinción entre niños, mujeres, hombres libres o esclavos… simplemente robaban, violaban y mataban en cada oportunidad que tenían.
Fue entonces que el gobernador de Kentucky puso precio a sus cabezas: 300 dólares a quien los entregara vivos o muertos. Los Harpe se mudaron a una zona apartada y llegaron a un hostal, donde exigieron comida que no quisieron pagar. Un hombre llamado Langford salió en defensa de la dueña del lugar y decidió pagar la deuda, con lo que selló su sentencia de muerte, pues pocas horas después lo asesinaron en el camino, quitándole el dinero y escondiendo el cuerpo entre los arbustos.
El cuerpo fue encontrado por un ganadero y se alertó a las autoridades sobre los sujetos. Los Harpe fueron detenidos, pero escaparon de nuevo y llegaron a casa de una mujer a quien apuñalaron, le cercenaron el cuello a su bebe de dos meses e incendiaron la vivienda.
El viudo, de apellido Moses, organizó una batida para capturarlos. Divisaron humo en las montañas y encontraron a Micajah durmiendo. Se organizó una balacera y aunque fue herido, huyó a caballo, hasta que se vio acorralado y entregó sus armas. Las captores cortaron la cabeza de Micajah, acabando definitivamente con él. Tenía 31 años de edad.
Mientras tanto, Wiley siguió huyendo y adoptó el apellido Setton, pero su sed de sangre no estaba saciada y continuó matando. Se unió a una banda de forajidos que había conocido en el pasado, comandada por un hombre llamado Sam Mason, sobre cuya cabeza había una recompensa de 2 mil dólares.
Wiley planeó entregar a Mason y cobrar la recompensa. Junto con un cómplice, mató a Mason, le cortó la cabeza y la puso en un saco con cal, confiando en que Mason sería reconocido, pues tenía unos caninos anormalmente largos. Sin embargo, cuando fue a entregar la cabeza a las autoridades, fue reconocido como uno de los Harpe y apresado. Wiley Harpe fue colgado el 08 de febrero de 1804.
Edda Pujadas
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