Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa estatal que sostiene casi por sí sola a la economía del país sudamericano, se tambalea bajo la descomunal voracidad de recursos del régimen de la “revolución bolivariana”, que en el 2012 llevó sus gastos hasta el extremo de representar el 228 por ciento de sus ingresos totales.
La empresa se encuentra inmersa en una aguda crisis financiera que arrastra desde el año pasado, cuando registró egresos de más de $144,267 millones, en comparación con sus ingresos estimados de $63,225 millones, según datos del informe de gestión de PDVSA y del Informe del Comisario 2012 de la empresa.
“PDVSA está muy estropeada. No tiene caja [de liquidez]”, comentó Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la empresa de asesoría Inter American Trends, con sede en Washington, y quien ha estado evaluando de cerca los números del año pasado divulgados por la empresa estatal.
“No tiene plata para operar porque se ve obligada a aportar al fisco mucho más dinero de lo que recibe en ingresos”, señaló De La Cruz. Funcionarios del gobierno venezolano no estuvieron disponibles para conversar con El Nuevo Herald.
Los números divulgados en los informes de la compañía muestran que PDVSA entregó más de $65,200 millones a las arcas del Estado, que incluyen unos $22,128 millones a lo que es considerado como “gastos sociales”.
En ese segmento entran desembolsos directos a una serie de programas sociales impulsados por el fallecido presidente Hugo Chávez, incluyendo la Misión Rivas, Misión Alimentación, Misión Barrio Adentro, Modulo de Revolución Energética, Gran Misión Hijos de Venezuela y la Gran Misión en Amor Mayor Venezuela.
La empresa también destinó importantes recursos a proyectos agrícolas y de infraestructura, así como aportes al Fondo Miranda, al Plan de Viabilidad, al Plan Caracas Bicentenario y aportes a las comunidades.
Los montos desembolsados en gasto sociales fueron particularmente altos el año pasado debido a los esfuerzos de Chávez de generar una sensación artificial de bienestar de cara a las elecciones presidenciales de octubre. “El gobierno tiró la casa por la ventana”, comentó De La Cruz. “Sacaron todos los reales del mundo, y se comieron la caja”.
Por otro lado, PDVSA aportó unos $15,572 millones al Fondo Nacional para el Desarrollo Endógeno (FONDEN), partida que Chávez manejaba sin rendir cuentas, ya que su administración está bajo total discreción del poder ejecutivo.
Además del gasto social y de los aportes del FONDEN, que juntos sumaron $37,700 millones, PDVSA entregó al Estado otros $27,505 millones, por concepto de impuestos, dividendos y regalías. Todos esos aportes dejaron a PDVSA sin fondos para cubrir los más de $80,000 millones en gastos que registró por su propia cuenta.
La empresa contrajo préstamos por $42,546 millones para tratar de cerrar esa brecha, pero aún así le quedó un déficit de caja de $38,496 millones, que han sido trasladados al actual ejercicio.
“Todo eso implica que Petróleos de Venezuela no tiene la capacidad financiera para poder atender la demanda de ingresos fiscales y la generación de divisas que requiriere el país, y además de eso, que no cuenta con el músculo financiero que necesita para poder seguir operando”, afirmó Juan Fernández, ex director ejecutivo de planificación de PDVSA.